Fernández de Córdova, según él presidente del CDS: “Pretendo ser una parte de la solución y no un eslabón del problema”
Javier Fernández de Córdova/Remitido.- Quiero enviaros esta carta, como presentación y declaración de intenciones. Como ya muchos sabéis, los compañeros y compañeras del CDS presentes en el Congreso celebrado el pasado sábado me eligieron como nuevo Presidente Nacional del CDS, relevando así del cargo a Francisco Cabra Torrijos, el cual estuvo presente y de acuerdo con la elección. Esto supone para mí una alta responsabilidad, por cuanto significa un partido histórico como el CDS e intentaré por consiguiente estar a la altura de las circunstancias.
Mi nombre es Javier Fernández de Córdova, soy abogado en ejercicio y vivo en Madrid. Como otros muchos compañeros y compañeras hacían en sus respectivas localidades, encabezaba la lista a las municipales por Torrelodones, cuando me vi sorprendido por la noticia de que el CDS no podía presentarse a las elecciones. Desde ese momento y como otros muchos, quise aportar mis conocimientos para arreglar el enorme problema que ello suponía para el futuro del CDS. Finalmente nos dejaron fuera de las elecciones, aunque redacté y presenté un recurso ante el Tribunal de Estrasburgo, que quizás algún día nos dará o quitará la razón.
De aquello, de quien tenía o no la razón o parte de ella, es algo de lo que podremos aprender pero sin quedarnos ahí. Los reproches han durado un tiempo, pero hay que escribir un nuevo capítulo. Tenemos un futuro por delante que trazar todos juntos, y lo tenemos que hacer en positivo. Ahora nos toca a todos lidiar con una situación muy compleja, pero de la que estoy seguro que podemos salir. Para encontrar esa salida, hacemos falta todos, aquí no sobra nadie, y es necesario sumar y no restar. Y para encontrar esa salida, todos tenemos que arrimar el hombro, poner de nuestra parte, ceder cuando sea necesario, y sobre todo dialogar. Es necesario, que abandonemos el llano de la discusión agria, de las amenazas, de los insultos y de las acusaciones, y subamos a la cima del acuerdo, del consenso, de la confianza y de la unidad.
Pretendo ser una parte de la solución y no un eslabón del problema. Por ello lo primero que no voy a hacer es pedir a nadie lealtades inquebrantables, adhesiones, ni reconocimientos del cargo. Si alguien me considera su presidente, debe ser por su propia voluntad y aceptaré todas las críticas por duras que estas sean, porque un presidente lo debe ser de todos los afiliados, incluyendo a los que no te quieren, no les gustas o no les convences. Vaya pues por delante mis máximos respetos hacia todos los afiliados y simpatizantes, sean de la corriente que sean, y piensen como piensen. Sí quiero pedir a todos, que para favorecer la creación de espacios de diálogo donde todos podamos encontrarnos, se cesen todos los comentarios que no se encuentren dentro de la lógica del respeto al compañero discrepante, y condenemos todos unánimemente los ataques personales a cualquier compañero, venga de donde venga, y tenga la causa que sea. Al imponernos esos límites de respeto, volveremos a la senda del debate interno sereno e impondremos la superioridad de los argumentos y la razón por encima del insulto fácil, la descalificación y la irracionalidad.
Por otra parte quiero exponer que me muestro partidario de un CDS integrador al que puedan pertenecer todos aquellos que así lo deseen, con independencia de peripecias anteriores y de problemas que ahora nada importan. En efecto, quiero dejar claro mi reconocimiento como afiliados del CDS de aquellos que tuvieron que presentarse bajo otras siglas por causas que ellos no provocaron, pero que desean continuar en la que debe convertirse en la casa común de todos los centristas. Y más aún, creo que el futuro del centrismo pasa por una unificación del mismo, para lo que el CDS es pieza fundamental en la construcción de esa unidad futura.
Creo firmemente que debe escucharse la voz de todos los afiliados y simpatizantes, sin exclusiones ni barreras, porque de ellos es el CDS y no de este o aquel cargo u organismo interno. Esa voz debe oírse en las asambleas y congresos, donde entre todos diseñemos un nuevo CDS, que nos permita afrontar el futuro con seguridad jurídica, estabilidad institucional y un proyecto y discurso renovado que conecte con las demandas de la sociedad civil. La voz de los afiliados y los simpatizantes es la primera que hay que escuchar, y en estos momentos hay un clamor por construir un proyecto en el que quepamos todos, y donde todos tengan su lugar. Por ello acudiré como uno más a la asamblea que hay convocada para el próximo día 18 de junio en Madrid, donde me presentaré a quienes no me conocen. Si me lo permitís explicaré cual es mi idea de partido, como punto de arranque para normalizar la situación interna y para que comencemos a hablar de política y no de asuntos escabrosos que nada interesan a nuestra sociedad. No obstante no esperaré a esa asamblea para comenzar a trabajar, porque ya lo estamos haciendo bajo estas líneas generales.
Espero que como hombres y mujeres libres que somos, seamos dueños de nuestro futuro y lo escribamos entre todos de forma democrática, consensuada e integradora. Es lo que nos piden nuestros votantes, y es en lo que tenemos que poner manos a la obra, porque ya hemos perdido demasiado tiempo y oportunidades.
Un fuerte y afectuoso abrazo a todos y quedo a vuestra disposición para lo que estiméis oportuno,
Por lo menos este sabe hablar, porque vaya tela los tres anteriores.