María San Gil ha decidido romper su silencio tres años después de renunciar a la presidencia del PP vasco por sus profundas discrepancias con el rumbo que estaba tomando el partido de Mariano Rajoy. En una entrevista concedida al ‘XL Semanal’, el dominical de El Correo, San Gil repasa su nueva vida personal lejos de la primera línea de la política, censura sin ambages a la dirección de la formación en la que aún milita y confiesa que no le ha gustado nada el discurso de su líder sobre la izquierda abertzale. «Rajoy tenía que haber sido más duro, más firme, más contundente, más claro; tenía que haber hablado más de Bildu porque afecta a todos los españoles. No lo he felicitado y bastante es que no he dicho públicamente lo que pienso», advierte en sus declaraciones a la revista, que será difundida este domingo junto al ejemplar del periódico.

La política guipuzcoana responsabiliza a Marino Rajoy de su abandono de la dirección del PP vasco. Tiene «perfectamente claro» que el presidente del partido le «mintió» sobre la relación «con el PNV, la unidad de España o la derrota de ETA», unos asuntos que para ella «son innegociables». De algún modo, comprendió que «no encajaba en el cambio de estrategia del PP». San Gil confiesa que perdió el «respeto y la admiración por su jefe» de filas. «No entendí que me clavaran tantos cuchillos en la espalda. ¡Pero si me estaba yendo!», se queja.

Mayor exigencia a López

Aunque no cita a Antonio Basagoiti, su sucesor al frente del partido en Euskadi, María San Gil considera que el resultado obtenido por los populares en las elecciones municipales y forales vascas es un «fracaso rotundo». La exdirigente, que declara que está en paro aunque ofrece algunas conferencias, asegura que el pacto con el PSE de Patxi López era «esencial», pero sostiene que la actual cúpula de su formación en Euskadi «debía haber exigido más» a los socialistas por su apoyo.