Seguidores de Al-Qaida queman una bandera estadounidense en Islamabad.

El pasado 2 de mayo el mundo se despertaba con una gran noticia (o al menos así se consideró en aquel momento): la muerte de Osama Bin Laden. Pero a medida que se va conociendo más y más información sobre cómo se llevó a cabo el fin del terrorista más buscado, crecen los interrogantes: ¿podía haberse actuado de otra manera? ¿ha ido Estados Unidos demasiado lejos al actuar como policía, juez y verdugo, y todo ello sin ningún consenso internacional? Si el mismo día del fallecimiento de Bin Laden Obama fue encumbrado a lo más alto, hoy son muchas las dudas que genera el procedimiento utilizado por el hombre más poderoso del mundo.

¿Vivo o muerto?

La primera gran pregunta que surge es: ¿por qué mataron a Bin Laden en lugar de detenerle? La primera versión que se conoció sobre el fallecimiento del líder de Al-Qaida fue que iba armado y usó a su mujer como escudo. Ante estas hipótesis, el aplauso fue unánime ante el hecho de que agentes de elite de la Marina lo abatieran a tiros. Sin embargo, las informaciones dadas desde la Casa Blanca se contradicen y su portavoz, Jay Carney, reconoció ayer que ni iba armado ni utilizó a una de sus esposas. Hoy además sale a la luz la versión de una de las hijas del terrorista, testigo de los hechos, que -según fuentes paquistaníes- afirma que su progenitor fue capturado con vida y ejecutado delante de su familia. Entonces, si no ofreció resistencia, ¿por qué lo mataron?

También existen dudas sobre la orden dada por Barack Obama. El propio presidente reconoció que le hubiera gustado capturarle vivo, pero que el objetivo primordial era detenerle, ya sea vivo o muerto. Esta información no concuerda por la proporcionada por el director de la CIA, Leon Panetta, que ha aclarado que las órdenes del mandatario norteamericano exigían matar a Bin Laden, y no simplemente capturarle. “Eso estaba claro. Pero también lo estaba, como parte de las reglas de la operación, que si él de pronto levantaba las manos y se ofrecía a ser capturado, entonces tendríamos la oportunidad, obviamente, de capturarlo. Pero esa oportunidad nunca se presentó”, ha revelado.

¿Ha actuado EE UU dentro de la legalidad?

Si Bin Laden no iba armado, ¿por qué el Ejército estadounidense no le capturó para llevarle ante la justicia, tal y como mandan las leyes? Son muchas las voces críticas que en estos momentos se alzan ante el procedimiento utilizado por Washington y se preguntan por qué no se podía haber sometido a Osama bin Laden a un juicio a semejanza del expresidente iraquí Sadam Hussein o el ex mandatario yugoslavo Slobodan Miloševi?.

El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, defiende que la misión fue “legal, legítima y apropiada en todos los sentidos. Las personas responsables de la operación, tanto en la decisión de llevarla a cabo como de ejecutarla, actuaron bien”. Siempre queda la opción de acogerse a que su muerte fue ejecutada como un acto de guerra, la guerra que EE UU mantiene contra el terrorismo internacional.

¿Conocía Pakistán la operación?

La licitud o no de la operación ‘Gerónimo’ también se cierne sobre el hecho de que, según ha reconocido el propio Ejecutivo estadounidense, la Marina entró en un país sin ningún tipo de permiso. El Gobierno paquistaní ha negado tajantemente haber autorizado esta operación o disponer de información previa, aunque sí admitió anteriormente haber colaborado en materia de inteligencia. La justificación desde Washington es que el Ejecutivo paquistaní “nunca supo nada sobre esta misión”, porque Estados Unidos se planteó de forma “deliberada” que se trataría de una “misión unilateral” y también para que no hubiera ningún tipo de filtración que diera al traste con la operación, algo que no ha sentado muy bien en el país islámico.

Pero, ¿qué habría pasado si Pakistán, al ignorar estos hechos, hubiera respondido a la presencia de los helicópteros de los Navy Seal y hubieran abierto fuego contra sus fuerzas? “Consideramos esa posibilidad. Por eso teníamos allí helicópteros de refuerzo”, ha dicho el director de la CIA, quien ha explicado que “el presidente Obama había dejado muy claro a los paquistaníes que si teníamos pruebas sólidas de dónde estaba localizado Bin Laden, entraríamos a por él. Y eso es justo lo que ocurrió”.

¿Torturas para llegar hasta Bin Laden?

La confirmación de que la pista clave para localizar al líder de Al-Qaida provino de un detenido en Guantánamo que había sido torturado ha reabierto el debate sobre el uso de estas técnicas. Y es que la pista clave que condujo al escondite de Bin Laden en Pakistán salió de Khalid Sheik Mohamed, el supuesto cerebro operativo de los ataques del 11 de septiembre capturado en una incursión en 2003 en Pakistán. Sheik Mohamed fue sometido 183 veces a la conocida como tortura de la bañera (‘waterboarding’), aunque parece ser que el nombre clave no lo dio durante estas sesiones extenuantes de inmersiones en agua, sino dos años después.

Estos hechos los ha corroborado de nuevo Leon Panetta, quien ha admitido que los interrogatorios en los que se ejerció la táctica de “ahogamiento simulado” contra presuntos terroristas sirvieron para recabar información que, junto a otras fuentes, llevó a localizar al líder de Al Qaida, Osama bin Laden. “Claramente utilizaron estas intensas técnicas de interrogatorio contra algunos de estos detenidos”, ha admitido Panetta, en referencia a miembros del aparato de Inteligencia. “El debate de si habríamos obtenido la misma información mediante otras fuentes, siempre será una pregunta abierta”, ha añadido.

¿Divulgará EE UU la foto del cadáver?

La Casa Blanca debate si es mejor mostrar o no las fotografías sacadas al cadáver de Osama bin Laden y zanjar de una vez por todas con muchas polémicas, entre ellas la de si realmente está muerto, un hecho negado por los talibanes afganos. El director de la CiA ha sido otra vez quien ha arrojado algo de luz sobre este asunto: “El Gobierno claramente ha estado hablando sobre la mejor manera de hacer esto, pero no creo que haya dudas de que en última instancia se presentará una fotografía al público”. Todo apunta a que están buscando el mejor momento para hacerlo y las imágenes que menos puedan herir la sensibilidad de la gente. Hagan lo que hagan, el debate no se va a cerrar tan fácilmente.

¿Se convertirá Abbottabad en un ‘santuario’ para los islamistas?

Estados Unidos se dio mucha prisa en deshacerse del cuerpo de Obama bin Laden y, tan solo dos horas después de haberlo capturado, lo arrojó al mar. Una de las razones esgrimidas es que no querían que su tumba se convirtiera en centro de peregrinación de radicales islamistas. Pero, ¿se habrá conseguido el objetivo o, por contra, la mansión de Abbottabad, donde residía y fue abatido el líder de Al-Qaida, se erigirá ahora como lugar de culto para los talibanes?