El último grito llega a Japón
Japón todavía está conmocionado por el terremoto del 11 de marzo. Nadie ha olvidado a las víctimas (28.000 personas, entre muertos o desaparecidos), muchos siguen viviendo en casas improvisadas y todos rezan para que se disipe la siniestra nube radiactiva de Fukushima. Los datos económicos hablan de la caída del PIB, de un aumento del paro, de parálisis empresarial… Cifras apocalípticas que hacen caer la bolsa y extienden el temor a la recesión. Los japoneses, un pueblo acostumbrado a plantar batalla a la adversidad, han decidido apretar los dientes y ponerse a ahorrar: este año, muchos se quedarán sin vacaciones e incluso es posible que en verano podamos recorrer la Alhambra de Granada o la Sagrada Familia sin el habitual y pintoresco alboroto de fotógrafos orientales.
Pero hay algo a lo que un japonés, por golpeado que esté, no puede renunciar: al último grito en tecnología. Por eso guardan cola en el centro de Tokio, disciplinadamente, para comprar el nuevo capricho de Apple: el ‘iPad2’.