Al menos 23 muertos en Siria por disparos de la policía mientras la coalición internacional mira hacia el petróleo libio
La misma coalición internacional que ataca estos días Libia con la pretensión de defender a la población de las maldades de Gadafi, se mantiene al mismo tiempo silente ante la magnitud de la represión interna en otros países de la región.
A diferencia de lo que quieren hacer creer Zapatero y Carmen Chacón, Gadafi no es ningún líder enfrentado a los países que hoy bombardean Libia, sino un dictador corrupto que se ha venido enriqueciendo con los altos ingresos por las exportaciones del petróleo, que ha mantenido excelentes relaciones y negocios con varias potencias y gobiernos europeos, entre ellos el español. Los mismos Estados Unidos, enfrentados con Gadafi en el pasado, consideraron hasta hace semanas que lo habían domesticado por completo y que era un “aliado en la lucha contra el terrorismo islámico”.
Las protestas de la oposición en Libia no han sido mayores ni la respuesta del Gobierno libio menos brutal que la acontecida estos días en países como Siria, Marruecos, Yemen o Bahrein. Será porque los intereses geoestratégicos y económicos sean otros, pero el caso es que no hemos sabido de ningún líder occidental que haya salido a posar de demócrata ante la respuesta represiva de esas dictaduras.
Gobiernos como el de Zapatero demuestran una vez su gran cinismo, su enorme descaro y su insuperable doble moral al pretender ahora aparecer “horrorizados” ante la represión de Gadafi al pueblo libio, mientras simulan ignorar lo que ocurre a sólo quince kilómetros de las costas españolas. Sorprende que las acusaciones hechas al PP con ocasión de la guera de Irak no hayan revertido ahora, convertidas en anatemas, contra un Gobierno que dice querer defender a los libios mientras pasa por alto los horrores y masacres sufridas por los súbditos invisibles de otras dictaduras petrolíferas.
Sorprende también que tampoco se mencione la gran hipocresía de unos gobiernos que se escandalizan por lo que hace Gadafi y no por ejemplo cuando el rey de Marruecos mantiene un verdadero apartheid contra el pueblo saharaui, que constituye una sistemática y permanente violación de sus derechos elementales, con masacres como las vividas hace tan solo unos meses.
Después de haber hecho muy buenos negocios con el régimen libio en los últimos años, los países de la coalición internacional han desencadenado una guerra en defensa de sus intereses económicos o, más aún, para tomar el control de parte de los recursos petroleros del país, tal como lo declarara la jefa del Departamento de Estado norteamericano, Hilary Clinton, y la portavoz de la Unión Europea, Catherine Ashton. Y los caraduras del ‘no a la guerra’ y toda esa legión de progres de salón, sin nada que decir ni aun menos que objetar. Nada describe mejor el talante réprobo de Zapatero y de sus cómplices de la ceja, que su participación en una guerra, determinada por los intereses del capitalismo sin alma, después de haber cabalgado a lomos de un supuesto pacifismo multicolor durante años.
23 muertos en Siria
El pueblo sirio ha vuelto a salir hoy a la calle y nuevamente las protestas antigubernamentales se han teñido de sangre. En la localidad de Sanamein han fallecido al menos 23 personas por los disparos de la policía al dispersar una manifestación, según informa la cadena catarí de televisión Al Yazira. La cadena asegura que otro manifestante ha muerto en la ciudad de Deraa, próxima a la anterior, y donde en la última semana han perecido 40 personas.
Un testigo consultado por teléfono por Al Yazira en Sanamein señaló que la policías disparó contra los manifestantes cuando participaban en una marcha pacífica en solidaridad con las víctimas de Deraa, donde en los últimos días han muerto decenas de activistas de la oposición. Según este testimonio, en ese tiroteo perecieron por lo menos quince personas, pero otro testigo consultado por la misma cadena elevó a veinte los muertos y dijo que los heridos eran cerca de sesenta.
También en la capital, Damasco, los ciudadanos se han manifestado en una marcha que ha sido disuelta por las fuerzas de seguridad, en la que han muerto tres personas en el barrio Mouadamieh y han detenido a decenas de personas, según han informado testigos presenciales. Al menos 200 personas habían salido a la calles en la capital para expresar su apoyo a las protestas antigubernamentales que se están produciendo en Deraa.
“Sacrificamos nuestra sangre, nuestra alma, por ti, Deraa”, cantaban los manifestantes, que se encontraron de frente con una contramanifestación de los partidarios del presidente del país, Bashar al Assad, que coreaban lemas en favor del régimen. Los grupos sociales habían convocado para este viernes un ‘Día de la Dignidad’ a través de Internet.
El ministro de Información sirio, Mohsen Bilal, ha asegurado a la cadena SER que la situación está “totalmente pacificada en todo el país” y ha denunciado que los recientes incidentes en Deraa y en el conjunto de Siria han sido causados por “terroristas”. Asimismo, ha afirmado que los únicos que han salido este viernes a las calles lo han hecho “para elogiar las decisiones del Gobierno sirio”, que “anoche anunció un paquete de decisiones históricas”.
Los compromisos del Gobierno
El Gobierno de Bashar al Assad se comprometió ayer jueves a estudiar el levantamiento del estado de emergencia, en vigor desde 1963, y a elaborar una nueva ley de partidos y una nueva ley de prensa, en el marco de una serie de reformas. Asimismo, anunció la formación de un comité para dialogar con los ciudadanos de Deraa.
En un comunicado, Amnistía Internacional condenó anoche la respuesta “brutal y repentina” de las autoridades sirias a las manifestaciones y denunció que las fuerzas de seguridad habían acabado con la vida de decenas de personas en el interior y en los alrededores de Deraa.