Porno tridimensional y en chino
Es una película china cien por cien. No faltan los escenarios propios de la dinastía Ming, ni los barrocos vestidos o las coletas interminables propias de aquella época. Incluso hay peleas con toques de kung fu y espadas voladoras. Pero el filme más esperado de Hong Kong tiene poco que ver este año con las histriónicas aventuras de Jackie Chan. Aquí las estrellas son Saori Hara y Yukiko Suho, dos actrices japonesas con la misma elasticidad que la del mamporrero chino, y similar aptitud interpretativa. Claro que sus virtudes no están al servicio de patadas acrobáticas y espectaculares secuencias de acción, sino al de posturas imposibles para practicar sexo que ahora el espectador podrá disfrutar con mucho más realismo. En tres dimensiones.
Sí, porque el rodaje de ‘3D Sex and Zen: Extreme Ecstasy’ (‘3D Sexo y Zen: Éxtasis Extremo’) ha llegado a su fin en la excolonia británica y será estrenada a finales de la primavera. Es la primera película pornográfica que se rueda con la técnica que alumbró James Cameron en ‘Avatar’, que utiliza cámaras especiales capaces de capturar imágenes directamente en formato tridimensional y que no necesita de una reconversión durante la postproducción. Esta formula sin duda ha supuesto un reto añadido para los intérpretes, ya que el ritmo de rodaje es mucho más lento y cada escena requiere una preparación laboriosa. Por todo ello, la película ya ha provocado una gran expectación y se presenta como un taquillazo seguro.
Lo necesita. Su presupuesto, que supera los dos millones de euros, es también uno de los más abrumadores de esta industria. Claro que el tráiler ya revela que no faltarán efectos especiales, y sus creadores avisan de que será una película pornográfica con enjundia, no solo de sexo puro y duro: «Hemos querido introducir humor y romance. Las escenas de sexo son explícitas e incluso violentas, pero el amor sigue siendo la base de la historia», asegura el director, Sun Lap Key, que está convencido de que el 3D «es una fórmula idónea para combatir la piratería, porque da a los espectadores las sensaciones fuertes que buscan y que no se pueden experimentar en dos dimensiones».
Aunque Sun ha conseguido dar la campanada con esta novedad, su película es en realidad un ‘remake’ del ‘Sex and Zen’ de 1991, un largometraje que, a su vez, está basado en un relato erótico chino del siglo XVII. La premisa es sencilla: la vida es corta, así que hay que aprovechar hasta el último minuto para satisfacer las fantasías sexuales. Sin duda, un punto de partida demasiado atrevido para la censura china, que ya vetó el ‘Sexo y Zen’ original y que no dudará en relegar la versión 3D a las copias ilegales de DVD que se podrán encontrar en los chiringuitos chinos poco después del estreno.
Versiones según el país
A pesar de que el mercado de la China continental les está vetado, los productores están convencidos de que el éxito comercial de su cinta superará incluso a la de hace dos décadas, que ya se embolsó la astronómica suma de 2,6 millones de dólares. El récord todavía no ha sido batido en la prolífica industria cinematográfica de Hong Kong.
Para conseguir romperlo, sus responsables han introducido un elemento nuevo: cada distribuidor podrá escoger una edición. Y al de sus respectivos órganos censores. Así, la película contará con innumerables versiones, cada una con toques diferentes para que sea aceptada en los países con mayores restricciones, como es Singapur, y por todo tipo de públicos. Desde los que quieren puro ‘hardcore X’ hasta quienes prefieren una versión dulcificada más cercana a la que se estrenó en 1991. «La idea es llegar a un público global a través de nichos de mercado diferentes en zonas del planeta muy variadas», declara el productor Stephen Shiu, que también estuvo al frente del equipo que filmó la película original.
A juzgar por el nutrido y heterogéneo grupo de países que se ha hecho ya con los derechos de la versión tridimensional, Shiu va bien encaminado. Están Italia, Francia, Rusia, Estados Unidos, Australia e incluso Perú. Y muchos han mostrado su interés de que el largometraje no quede relegado a salas X. De hecho, podría estrenarse incluso en las gigantescas instalaciones IMAX, más acostumbradas a las superproducciones estadounidenses, aunque todavía no se ha confirmado este extremo.
Lo que sí está claro es que ‘3D Sexo y Zen’ abre un nuevo camino para la pornografía. En fase de rodaje están la versión X de ‘Avatar’, bajo el todopoderoso sello Hustler, y el ‘remake’ que el propio Tinto Brass prepara para revivir su ‘Calígula’ de 1979. Si se cumplen los sueños húmedos de sus productores, la pornografía podría saltar de regreso a las salas de cine y compensar en parte el daño que provoca internet. Aunque ahora será necesario apreciarla con gafas especiales y, de momento, aprender chino o leer subtítulos.
Micropenes chinos..
El porno es para necesitados y desequilibrados.