Con una voz entrecortada, José María Ruiz-Mateos ha intervenido en el programa ‘Protagonistas’, de Punto Radio, para dar explicaciones sobre el preconcurso de acreedores que solicitaron ayer diez firmas de su grupo empresarial Nueva Rumasa, algunas bien conocidas como Clesa, Garvey, Dhul, Elgorriaga, Trapa o el club de fútbol Rayo Vallecano. El empresario de origen gaditano, -que cumplirá 80 años apenas en mes y medio- ha querido tranquilizar a sus acreedores y a los inversores que confiaron en sus emisiones no registradas en la CNMV asegurando que “aquí no ha pasado nada y todo el mundo va a cobrar”.

Ruiz-Mateos ha dicho que la situación de Nueva Rumasa es “muy dura, porque las familias se tendrían que poner en la calle y hay que evitar el sufrimiento. Y ahora, con la carencia que tenemos de dinero con la crisis, la primera obligación de un empresario además de cuidar el patrimonio son las personas”. Ha reiterado que “el dinero no me mueve sino los puestos de trabajo”.

Ruiz-Mateos ha dicho que “ayer hice el signo de la victoria porque los recursos y la situación de nuestras empresas están por encima del riesgo y el peligro. La idea es pagar y cumplir con vergüenza y honestidad. Mejor que eso no hay absolutamente nada”.
Ruiz-Mateos ha recordado que “tengo de familia entre unos y otros sesenta hijos y nietos y quiero que la imagen del abuelo para ellos sea de dignidad”. También ha asegurado el empresario estar “muy dolido con el presidente, porque las tres veces que le he escrito en su mandato no he visto una reacción adecuada”.

Por último, respecto a la situación del club de fútbol Rayo Vallecano, que en este momento se encuentra liderando la Segunda Divisón del fútbol español, el casi octogenario ha dicho que “la obra que se ha hecho en el Rayo Vallecano es impresionante, extraordinaria, volcados especialmente con mi mujer y ahora en posición de privilegio. Y eso hay que mantenerlo por encima de todo para que no se desestabilice y pondremos los medios para que eso se consiga”.