Miguel Rivilla San Martín.- Mientras aquí en España la clase política se enreda en asuntos tan trascendentes como la del pinganillo y guardan un estruendoso silencio los vociferantes defensores de los derechos humanos; los señores del Gobierno y la oposición se quedan roncos de tanto gritar por los múltiples y horrorosos crímenes, cometidos contra cristianos en algunos países musulmanes. Lean cuantos tienen ojos para ver; oigan cuantos tienen oídos para oír; sientan cuantos tienen corazón y recen cuantos creen en Dios, por los horrores que los medios nos presentan un día sí y otro también, en nuestro mundo civilizado (?). Se queda uno atónito, mudo y sobrecogido, por la noticia de centenares de muertes de cristianos en Pakistán, Somalia e Irán.., entre otros. No son sólo crímenes de lesa humanidad, son barbaridades que gritan al cielo, exigiendo justicia hoy mismo.

En Pakistán son tratados los cristianos como basura y asesinados a mansalva. En Somalia una cristiana con 4 hijos es degollada en público. En Irán ya se han ahorcado en este año, 48 cristianos. Ni la voz del Papa- acusado de intrusismo- ni la de medios cristianos, ni la cacareada Alianza de civilizaciones han servido para nada. Los líderes mundiales, los de Occidente y de Oriente deberían intervenir para frenar este genocidio que se mire por donde se mire, es una locura de un mundo obsoleto e incivilizado. ¿Hasta cuándo esta locura islamita?