Las tropas españolas desplegadas en Afganistán recibieron 21 ataques por parte de los talibanes durante los meses de septiembre y octubre. De estos, cuatro fueros combates directos. El resto se dividen entre la colocación de artefactos improvisados –conocidos como IED– al paso de los convoyes y pequeños hostigamientos contra los puestos avanzados o las patrullas.

De este ingente número de ataques, casi uno cada tres días, el ministerio de Defensa, que dirige Carmen Chacón, ha optado por no informar. Una decisión que sigue la línea de la política gubernamental de intentar ocultar a la sociedad española que las tropas desplegadas en el país asiático se encuentran en un escenario de guerra.

Como recuerda el diario de Planeta, el ministerio sólo informó durante esos meses de un único ataque contra las tropas españolas. Exactamente, del sucedido el 31 de octubre, cuando tres soldados españoles resultaron heridos al estallar un artefacto explosivo improvisado al paso de su vehículo blindado RG-31, perteneciente al batallón destacado en Badghis. Los militares españoles realizaban una patrulla de reconocimiento junto a efectivos del ejército norteamericano.