Ronald Reagan padecía alzheimer cuando aún era presidente
El alzheimer de Ronald Reagan comenzó cuando aún ocupaba el Despacho Oval, un viejo rumor que resurge de la mano de Ron, el menor de sus hijos, en un libro que publica con motivo del centenario del nacimiento de su padre el próximo 6 de febrero. Mi padre con 100 años: Una memoria, es el título del libro escrito por Ron Reagan, una fuente sorprendente que habla del viejo rumor, con tintes de escándalo, de que el mal de alzheimer había aparecido ya cuando su padre, fallecido en 2004, estaba en la Casa Blanca.
En libro escrito por el menor de sus cuatro vástagos, y que llegará el próximo martes a las librerías, se asegura que el político republicano comenzó a dar muestras del mal durante su segundo mandato (1985-89). Ron, cuyo ateísmo e ideas liberales marcaron un conocido distanciamiento con su padre, asegura que fue entonces cuando Reagan comenzó a mostrar cambios, pero la falta de síntomas identificables impidió que sus médicos le diagnosticaran la enfermedad en sus inicios. “No he encontrado pruebas de que mi padre (ni nadie más) estuviera al tanto de su condición médica mientras era presidente. Si le hubieran diagnosticado la enfermedad en 1987, ¿habría renunciado a su cargo? Creo que sí”, escribe en el volumen.
La revelación supone un enfrentamiento frontal con decenas de informes médicos y estudios de historiadores, que respaldan la versión oficial de la Casa Blanca, según la cual el presidente no manifestó indicios de alzheimer hasta un año antes del diagnóstico, en 1993. Ante esas pruebas, Ron se aferra al avance de la medicina para sustentar su tesis de que hoy se sabe que los cambios neurológicos asociados al alzheimer pueden manifestarse “años, incluso décadas”, antes de que surjan síntomas claros. “La pregunta, entonces, de si mi padre sufrió las primeras etapas del alzheimer cuando aún era presidente se responde prácticamente sola”, sentencia en el libro.
Un presidente ‘desorientado’
El benjamín de los Reagan, de 53 años, recuerda que la primera vez que notó un comportamiento extraño en su padre fue durante la campaña electoral de 1984, cuando su rival era el demócrata Walter Mondale y se mostraba como “un presidente desorientado”, lo que le produjo “la náusea de una pesadilla que se hace realidad”.
“Con 73 años, Ronald Reagan iba a convertirse en el presidente de más edad en ser reelegido. Algunos votantes empezaban a imaginarse a su abuelo -que nunca logra encontrar sus gafas de leer- con la responsabilidad de un complejo arsenal nuclear, y eso les ponía nerviosos”, explica. “Y lo que es peor, mi padre parecía estar dándoles razones legítimas para preocuparse. Se me hundía el alma al verle luchar para dar respuestas, perdido en sus notas, sin saber qué decir. Parecía cansado y desconcertado”, añade.
El cuadro que Ron pinta de su padre contrasta enormemente con el que recuerdan quienes le acompañaron en esa etapa de su vida política, como el que fuera su secretario de Educación, Bill Bennett, que se ha apresurado a decir que en todas sus interacciones con el presidente, nunca observó “nada preocupante en absoluto”.
Las críticas de médicos tampoco tardarán en llegar, pues el hijo del ex presidente no duda en asegurar en el libro, que el primer diagnóstico de alzheimer se hizo en 1989, en un hospital de San Diego (California) en el que ni siquiera hay registros de que Reagan fuera tratado. Con su palabra enfrentada a la de decenas de reconocidos profesionales, Ron, que trabaja para la cadena de televisión MSNBC, ha encendido una mecha explosiva en la base electoral de su padre, que se pregunta si ésta es la mejor manera de honrar el centenario de uno de los presidentes más recordados de Estados Unidos.