El número de españoles que defiende que se contrate antes a un compatriota que a un extranjero ha crecido un 100% en apenas año y medio, según se desprende de los datos del último Barómetro de opinión de política exterior de la fundación Real Instituto Elcano. Cinco de cada diez españoles (47%) apoyan en la actualidad la discriminación laboral del foráneo. Se trata de un porcentaje dos puntos mayor que el barómetro anterior de junio pasado y de un aumento del 100% con respecto a abril de 2009, cuando sólo el 25% afirmaba que el criterio de ser español debería primar a la hora de hacer contratos en España.

No obstante, el porcentaje actual de aquellos que apuestan por la discriminación laboral de los extranjeros se reduce al 31% entre los jóvenes y desciende cuanto mayor sea el nivel de estudios que se tenga. Si se compara entre votantes del PSOE y del PP, un 44% de los primeros se decanta por favorecer a un español frente a un extranjero a la hora de conceder un empleo, mientras que entre los segundos ese porcentaje aumenta hasta el 58%.

En abril de 2009, los votantes socialistas que creían que la nacionalidad española debía primar frente a un extranjero a la hora de que las empresas contrataran a un trabajador apenas llegaba al 19%, mientras que entre los simpatizantes del PP era del 37%. Los españoles se muestran más flexibles a la hora de reconocer derechos políticos a los inmigrantes. Así cuatro de cada diez están a favor de que los extranjeros puedan votar en las elecciones.

Mientras el 43% aprueba que se exhiban crucifijos en las escuelas públicas, sólo uno de cada diez entrevistados es partidario de que las niñas musulmanas puedan asistir a clase con velo en las escuelas españolas.

En el caso de los crucifijos existe una marcada diferencia entre los votantos del PSOE y del PP. Entre los primeros sólo apoyan esta presencia en las escuelas públicas uno de cada cuatro, mientras que entre los simpatizantes del PP el respaldo asciende al 73%.

Respecto al velo en las escuelas, sólo un 8% de votantes del PP lo acepta, mientras que ese porcentaje sube al 15% entre los simpatizantes del PSOE. Son mayoría (56%) los españoles que creen que los inmigrantes deben integrarse y adoptar la cultura del país en el que residan.