El Museo Reina Sofía se renueva a sus 20 años
El Museo Reina Sofía celebra sus veinte años con la apertura de la reordenación del segundo tramo de su colección, que se desarrolla desde 1945 hasta 1968, y en el que se podrá contemplar más de un 60% de obras no expuestas habitualmente en el museo.
Con más de 4.000 metros cuadrados, que suponen triplicar el espacio, y aproximadamente mil obras de las que más de un 60% no se exhibía habitualmente, la Reina Sofía inaugurará en la cuarta planta del museo este segundo tramo correspondiente a los años 40, 50 y 60 y denominado ‘¿La guerra ha terminado?. Arte en un mundo dividido (1945-1968)’.
Aunque como dice la canción veinte años no son nada, “y mucho menos para un museo”, durante este tiempo se ha conseguido convertir el Reina Sofía “en un museo realmente importante”, en opinión de su director, Manuel Borja-Villel. En este tiempo se han conseguido edificios extraordinarios, “como el Palacio de Velázquez o Sabatini”, y se ha logrado formar “una colección importante que se encuentra, sin duda, entre las diez mejores del mundo”, añade Borja-Villel. Además, se ha asentado una trayectoria e independizado el museo de los vaivenes políticos “y todo esto ha sido el trabajo de una serie de directores y de políticos”, destaca.
El tramo correspondiente a los años 40, 50 y 60 y denominado ‘¿La guerra ha terminado?. Arte en un mundo dividido (1945-1968)’ va “desde final de la Guerra Civil, con el Guernica, hasta mediados de los sesenta, periodo histórico muy concreto en el que ocurren cosas muy importantes”, según explica el director. En este periodo se produce uno de los momentos cumbres de la pintura “en un panorama de fortísimas tensiones continuas que asientan las bases del mundo en que vivimos y por ello es un periodo fundamental”, precisa.
Pintura norteamericana
Un momento relevante del nuevo recorrido es el que trata la pintura norteamericana, “que era muy residual en las colecciones del museo”. “Hemos tenido la suerte de contar con donaciones y depósitos y se exhiben obras muy importantes de Clyfford Still, Franz Kline además de las de Rauschenberg, Christo o Tomlin. El museo tiene obras muy destacadas de ese momento”, resalta Borja-Villel.
En la nueva reordenación propuesta por el director destaca, asimismo, “la reivindicación de figuras que están un poco al margen de toda esta historia como son, en el ámbito español Alberto Greco y en el internacional una figura muy importante que está muy bien representada en el museo como es Georges Brecht”.
Los nuevos espacios mostrarán una mejor y más completa representación del informalismo en España, con Tàpies, Saura, Millares, y de la figuración con Arroyo, el Equipo Crónica y el Equipo Realidad. “Ahora hay posibilidad de contar las complejidades de este periodo histórico lo que antes no era posible”, señala Borja-Villel.
En los próximos dos años, el director del Reina Sofía espera poder tener “toda la colección replanteada y con obras muy importantes”. “Se van cumpliendo los pasos que el nuevo equipo nos habíamos marcado desde el principio” para lograr que el Reina Sofía sea el gran museo de referencia en el siglo XXI, añade.