“Cerrado por genocidio”
Los activistas Isabel Terraza, española, y Antonio Velázquez, mexicano, que permanecen escondidos “desde hace días” en El Aaiún, han denunciado el “genocidio que está cometiendo el régimen marroquí sobre la población civil saharaui” y han instado a Naciones Unidas y Cruz Roja Internacional a intervenir para solucionar el conflicto. A través de un comunicado divulgado mediante un vídeo en Youtube, del que se han hecho eco las organizaciones Resistencia Saharaui y Fundación Sáhara Occidental, ambos han denunciado la “violenta represión” de las fuerzas de seguridad marroquíes desde que el pasado 8 de noviembre se desalojara el campamento de Agdeim Izik, a unos 15 kilómetros de El Aaiún.
“Somos testigos del genocidio que está cometiendo el régimen marroquí sobre la población civil saharaui en estos momentos en la capital del Sáhara Occidental”, reza el texto, en el que Terraza y Velázquez indican que ellos mismos se encuentran escondidos “desde hace días” para garantizar su seguridad personal. “A nosotros nos quieren matar porque estamos dando nuestro testimonio al mundo entero, (…) pero como nosotros miles de saharauis están en la misma situación o peor porque policías y militares marroquíes entran con fuerza en sus casas, los torturan y muchos mueren víctimas de estas torturas”, han relatado.
Además, los activistas han condenado la decisión de Rabat de prohibir la entrada a la ciudad de la prensa extranjera, al considerar que el objetivo de esta medida es “esconder estas atrocidades”. En consecuencia, Terraza y Velázquez han solicitado la intervención “urgente” del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, “para que garantice los Derechos Humanos de la población saharaui” y de Cruz Roja Internacional, “para atender a las víctimas de la represión”. “Es necesario que todos los organismos internacionales detengan esta masacre”, han alertado los activistas al tiempo que han instado a la comunidad internacional a condenar “el violento ataque de Marruecos sobre la población civil saharaui”.
En los mismos términos se han pronunciado los activistas españoles Javier Sopeña y Silvia García, de la organización Sáhara Thawra, que han denunciado la extrema violencia que empleó el Ejército marroquí durante el desalojo del campamento de protesta saharaui el pasado 8 de noviembre y han criticado al Gobierno por la ausencia de una condena de lo ocurrido. Ambos lograron salir este domingo de El Aaiún rumbo a España tras varios días ocultos en casas de saharauis por miedo a las represalias marroquíes.
“Sólo se veía barro, sangre y mierda”
“No querían echarnos, querían matarnos”, ha asegurado García, quien ha relatado cómo un periodista estadounidense fue golpeado al creer que era español. “Luego la Policía se disculpó y le explicó que le habían confundido con un español”, ha indicado la activista. Ambos decidieron ayer finalmente abandonar El Aaiún aprovechando la protección consular que les brindó la diplomacia española. “No teníamos claro qué hacer. En principio queríamos seguir informando, pero era imposible (…). No sólo no estábamos informando sino que estábamos molestando”, ha señalado Sopeña. “No era sólo por nuestra seguridad, sino por la de los saharauis que nos ayudaron”, ha relatado García.
En cuanto al desalojo del campamento de protesta, los activistas han explicado que los saharauis organizaron una resistencia, pero no tenían armas y los militares marroquíes operaban en grupos de cientos. “Hubo varias horas de resistencia, pero era imposible”, ha señalado Sopeña. García quedó aislada junto a un grupo de mujeres y algunos jóvenes en uno de los pocos edificios de adobe en torno a los que se levantó el campamento. “Quedamos rodeados por los marroquíes en una casa de pastores. Intentaron entrar rompiendo las ventanas”, ha relatado la activista. Cuando entraron, sacaron a unas 50 mujeres y metieron a la decena de jóvenes saharauis en un cuarto. “Los sacaban uno a uno y los reventaban antes de subirlos totalmente inconscientes a un coche (…). Dos días después supimos que estaban en un cuartel del Ejército”, ha asegurado.
Sopeña vivió por separado el desalojo del campamento, la batalla campal entre los saharauis y las fuerzas de seguridad marroquíes. “Era imposible que no te dieran las piedras”, que también empleaban los militares marroquíes. “Sólo se veía barro, sangre y mierda”, ha sentenciado. Una vez desmantelado el campamento de protesta, ambos tuvieron que recorrer a pie y tratando de ocultar su identidad los aproximadamente 12 kilómetros que separan Agdeim Izik de El Aaiún. “Pasamos varios controles (marroquíes) y los militares nos lanzaban burlas, insultos y sonrisas”, ha reseñado García.
Por otra parte, ambos se han mostrado muy críticos con la postura del Gobierno español y de la clase política. “Queremos denunciar claramente la falta de posicionamiento”, ha afirmado Silvia García. “El campamento ha sido arrasado, entran en las casas de El Aaiún y detienen a los saharauis que participaron en el campamento o en las protestas, expulsan a periodistas. Nada”, ha afirmado García al ser interrogada por la actitud del Gobierno. “Falta contundencia. Digan algo”, ha instado García, reclamando al Ejecutivo que “condene de una vez el crimen de Marruecos”. Por su parte, Sopeña ha lamentado que “todos los partidos están con el Sáhara hasta que gobiernan”. Ahora, ha explicado García, lo que quieren es “contar lo que está ocurriendo allí, lo que no pueden hacer los saharauis”.