La pregunta es por qué se calló cuando el gobierno, como ha desvelado ahora, le llamó para imponerle los pasos que debían seguirse en el caso de la Caja cordobesa. Ahora, José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía, admite que fue contacto por Madrid para instruirle sobre lo conveniente que sería una puja conjunta de Unicaja y Cajasol sobre Caja Córdoba. Llamó a Antonio Pulido y a Braulio Medel, presidentes de ambas cajas respectivamente, y les transmitió una consigna que aceptaron sin convencimiento. Finalmente, a Cajasur se la comió la BBK, la caja vasca. Es decir, Griñán admite que no ha habido una estrategia andaluza de cajas, que todo fue un paripé, que el rigor estuvo fuera de toda la operación y que la situación de Cajasol es dramática.

Griñán dice ahora: “Yo no lo veía. Pero le aseguro que me lo dijeron, alguien que me llamó de Madrid. Me lo dijeron. Me quedé sorprendido porque si Unicaja pedía 10 y el otro pedía 20, podían ponerse de acuerdo en 15, con lo que la oferta era peor” Así lo contaba Griñán, en una entrevista concedida ayer a los diarios del Grupo Joly y retomada por El Confidencial. . “¿Alguien del Gobierno fue quién le llamó de Madrid?”, le preguntaron. “No digo más”, dijo Griñán dejando en el aire si fue el propio Zapatero el que estaba al frente de la operación.

Al final, las entidades andaluces no hicieron lo acordado. A pesar de la presión de la Junta a instancia “de Madrid” como admite en este momento Griñán, Cajasol presentó una oferta “vinculándola a la de Unicaja”. Así, existió un compromiso para que la entidad que resultara adjudicataria ofreciera “participación en el proyecto a la otra entidad andaluza”. Luego presentaron ofertas individuales para controlar Cajasur.

O sea que la supuesta oferta conjunta era“un castillo de naipes sin la menor apoyatura real”. Más: “Medel tiene razón en una cosa, ciertamente muy importante: la sevillana Cajasol no está para comprar a nadie, sino al revés, para que le echen una mano y le ayuden a superar su delicada situación”.

Sin embargo, la Junta siguió empeñada en forzar una oferta conjunta por CajaSur, como primer paso que debería conducir a una operación de fusión entre la malagueña y la sevillana, tal vez bajo la fórmula de un SIP, ha obligado a ambos cajeros a montar una especie de circo vacío de contenido. Hacer como que hacían”.

Ahora resulta que Cajasol anunció la semana pasada que se integraba en una SIP con Banca Cívica para crear el cuarto grupo de cajas de ahorro. Unicaja busca novio de fusión, pero con menos urgencia que la sevillana.