Calas de Ibiza, Mallorca y Menorca: Si eso no es el paraíso, ¿entonces qué es?
Aguas cristalinas de azul intenso, variedad de vegetación bordeando arenas blancas y suaves, tranquilidad y relax total, definitivamente, eso es lo que podemos llamar oasis o paraíso terrenal y en las islas Baleares es toda una realidad.
Comienza el verano, y para muchos, esta época del año está asociada automáticamente con la palabra playa. Los españoles tenemos la fortuna de contar con costas de inigualable belleza, siendo imposible dejar de destacar los trozos de paraísos terrenales que se pueden encontrar en las Islas Baleares, sus calas.
Para quienes desean relajarse, alejarse del bullicio y disfrutar de la plenitud del Mar Mediterráneo y el sol, una cala es la mejor opción. Al hablar de cala, nos referimos a un tramo de bahía que es redondeado y a través de su abertura, penetra el agua del mar de manera tranquila. Se caracterizan por ser sitios acogedores y relajados como sus aguas, algunas hasta parecen piscinas.
En general, las islas Baleares (Menorca, Mallorca, Ibiza y Formentera) suman más de 1.400 kilómetros de litoral que incluyen playas de espectacular belleza, muy animadas y con extraordinaria infraestructura turística. Entre sus costas se pueden encontrar las discretas y apartadas calas, rincones reducidos que pueden no llegar a representar ni el 1% del total de las costas, pero no por eso dejan de maravillar a todo aquel que las visita.
Deslumbrante belleza
Ibiza es uno de los destinos turísticos más visitados no sólo de España o Europa, sino de todo el mundo, y esto se debe a sus más de 50 playas de impactante belleza y muchas calas para disfrutar. Aguas cálidas y de azul intenso en su inmensidad y a la vez cristalinas, combinadas con una arena dorada y suave: nadie se les puede resistir.
Escoger como destino turístico a esta isla balear es, sin duda, una fantástica elección. Si durante el viaje se busca un día de relax total y tranquilidad absoluta es bueno saber cuáles son las mejores calas de Ibiza (aquí) y así disfrutar de los mejores paisajes en todo su esplendor.
Entre las más hermosas podemos mencionar la Cala Salada, al norte de San Antonio, catalogada como la más bella de Ibiza. Es la predilecta por su paisaje singular: es una cala pequeña y arenosa con aguas cristalinas rodeada de colinas forradas de pinos y dividida en dos por una formación rocosa. Sorteando varias rocas, desde allí se llega a otra cala más pequeña pero también muy hermosa, denominada Cala Saladeta.
Otra que no puede faltar en la lista de visitas a lugares en Ibiza, es la Cala de Benirrás, en el municipio de Sant Miquel de Balansat. Es un pedazo de paraíso rodeado de montañas tupidas de vegetación. Sus aguas no son profundas y su arena es de grano grueso. Al tener un acceso sencillo por carretera, es una de las predilectas por propios y extraños para contemplar las puestas del sol.
La belleza inigualable de la Cala Compte viene dada por sus aguas tranquilas, cristalinas, multicolores, poco profundas, pero muy ricas en su fondo, lo que las hacen predilectas para los apasionados del snorkel o buceo.
No se puede dejar de mencionar, además, la Cala Carbó, rodeada de colinas y también con aguas poco profundas y tranquilas; y la Cala Punta Galera, que tiene la particularidad de no tener arena sino formaciones rocosas que dan acceso a sus cristalinas aguas y es nudista.
Oasis en el Mediterráneo
Con un territorio de más de 3.500 km2, Mallorca es la isla más grande del archipiélago balear, por lo que se multiplican la cantidad de calas mediterráneas de gran belleza, diversidad y espectacularidad, lo que atrae a millones de turistas anualmente, que las catalogan como un oasis.
Y como son muchas, lo más recomendable es documentarse bien sobre las mejores calas de Mallorca (aquí) para ir directo a los sitios más maravillosos en cuanto a paisajes playeros se pueden ver.
La Cala Formentor, con un entorno natural prácticamente virgen, está rodeada de acantilados con senderos que conducen a zonas con amplia vegetación. Su diversidad en cuanto a especies autóctonas, la convierten en zona predilecta para la observación de aves. Tras descender de la montaña, se llega a las aguas cristalinas y arenas blancas y suaves, que son un verdadero deleite.
Atravesando la Serra de Tramontana, una de las vías más espectaculares de España, se llega a la Cala Sa Calobra, la cual en realidad son dos calas que están encajadas entre formaciones de rocas que hacen las veces de un anfiteatro totalmente natural.
Aunque ha sido objeto de urbanización, de hecho se trata una completa infraestructura turística, la Cala de San Vicente sigue manteniendo su espectacular belleza por todo lo que la naturaleza le brindó: sus grandes acantilados, arenas blancas, y aguas apacibles y tranquilas.
Una de las zonas vírgenes más bellas y recónditas de Mallorca es la Cala Varques, ubicada en el municipio de Porto Cristo. Acantilados poblados rodean sus aguas de un precioso azul intenso y arena blanca, es sin duda, uno de los paisajes más hermosos que podamos ver.
Más paisajes para disfrutar
Menorca no se queda atrás en belleza deslumbrante con sus hermosas calas. Las que lideran el top de las más espectaculares son Macarella y Macarelleta (están muy juntas), ubicadas en el municipio de Ciutadella. El paisaje es sencillamente inigualable, aguas cristalinas y arenas suaves rodeadas de pinos, con salidas naturales de barrancos.
Las calas Mitjana y Mitjaneta (ambas en el mismo entorno), que sirven de acceso a otras muy frecuentadas, no dejan de asombrar por su espectacularidad. Cuenta con todos los atributos que los turistas buscan en un paraje de este tipo: aguas tranquilas y de azul intenso, vegetación circundando la pequeña playa y la tranquilidad de un lugar acogedor y apacible.
También cuenta Menorca con una cala con todos los servicios turísticos, se trata de Galdana, una de las preferidas de los visitantes, ya que combina una excelente atención en cuanto a recreación, gastronomía y alojamiento, a la par de paisajes hermosos propios de una playa menorquina.