¿Tercera vía o alternativa al desastre?
Plataforma por la Libertad, la extensión de Plataforma per Catalunya para toda España, ha sido calificada ya en algunos círculos como la “tercera vía”. De entrada un aviso: Entre nación y región no hay un “tertiun genus” que pueda calificarse, porque la unidad de la nación, que se hizo en la época de Recaredo, fue rehecha después de la invasión musulmana desde Covadonga, el Valle del Liébana y la Marca Hispánica.
España no es ni ha sido nunca una yuxtaposición de regiones y de supuestas nacionalidades, sino que éstas son la expresión y la configuración del alma rica de la nación española; porque con autonomismos ni regionalismos no puede aplicarse el principio de solidaridad, como lo demuestra la creciente división entre españoles desde el advenimiento de los partidos nacionalistas. Y porque amo a mi patria y amo a Cataluña y a Galicia, en España, por España y para España; porque quiero que dentro de diez y veinte generaciones se pueda seguir siendo lo que ahora somos, por estas razones, entre otras fundamentales, es el momento de apoyar a los que planteen como norte la superación de este sistema, que es la causa principal del actual desastre económico, político y moral. Si se equivocan o juegan con fuego, que lo paguen ante Dios y la Historia.
La partitocracia está cargada de trampas, entre ellas hacer creer que cualquier partido tiene posibilidades de vencer en las urnas. Algún botarate de antigua camisa parda nos ha llamado “fascistas casposos” por reivindicar desde estas páginas la memoria del franquismo. No se enteran ni quieren enterarse de que nada bueno podrá construirse sin antes saber de dónde venimos. El hecho de que todos estos años haya prevalecido el más absoluto silencio oficial respecto a la innumerable lista de logros del franquismo debería haber servido de base indiciaria para hacer justamente lo contrario de lo que interesa al sistema. Como la madrastra que soterrara cualquier referencia de la madre biológica al saberse en desventaja ante cualquier comparación. Así han hecho con nosotros todos estos años los padres de la nación que, en realidad, no fueron otra cosa que autores de la mayor operación de ruptura, saqueo y latrocinio institucional que se recuerda. No basta con señalarles, es preciso superar el sistema del que emergió toda su autoridad política y legal.
Nada grande podrá lograrse frente a los que han querido exorcizar un pasado que fue mucho mejor y más decente que el presente, si adoptamos sus mismos discursos, sus mismas banderas y sus mismos anatemas. No se puede ser una alternativa válida ni fiable desde la asunción de esta execrable democracia como el mejor de los remedios, cuando no ha sido otra cosa que la fuente de nuestros males y zozobras actuales.
No aceptamos ni aceptaremos la idea nacionalista que pretende fragmentar y disminuir la unidad superior política, económica, social y cultural de la nación española, y nos opondremos a cualquier idea de debilitar España, cuando más necesaria es su unidad y su fuerza, para que juntos y unidos podamos defendernos de los graves problemas que nos plantea, a nosotros como a otros países, la grave crisis del mundo occidental.
España atraviesa por una profunda crisis en todos los órdenes. Crisis, en primer lugar, de confusión, de miedo al futuro (y al presente y hasta al pasado), de desasosiego, de incertidumbre moral. Pasa por una crisis económica sin precedentes, donde el hambre ya acecha a miles de familias y donde la lucha contra la inflación se ha hecho a costa de hundir a las pequeñas y mediamas empresas; donde se ha derrumbado la inversión y la construcción, donde no sólo aumenta el paro, sino que está disminuyendo la población activa de origen español, y todo ello sin que los gobiernos aporten planes ni soluciones.
Hay crisis en las relaciones sociales; no hay voluntad de trabajo ni de sacrificio; no hay productividad ni sentido del ahorro, ni espíritu de solidaridad. Hay un nacionalismo que cuartea la autoridad del Estado. Traer a colación cuanto dicen a diario sus dirigentes sería interminable. Su odio a España es enfermizo, más grande que su amor al pueblo vasco y al pueblo catalán. Hay una crisis cultural profunda, en la que se cuestionan a la vez todos los valores, lo mejor de nuestra pasado, toda una tradición ilustre.
Hay una crisis del orden y la ley, con un crecimiento en flecha de la violencia en todas sus formas y una sensación general de inseguridad, de frustración y de impotencia. Hay una crisis en nuestras relaciones internacionales.
Todo ello está produciendo cansancio de la opinión y un descrédito, ante grandes sectores de la población, de las instituciones del Estado, empezando por la mismísima Casa Real. Hay menos paz y más indefensión legal que nunca. Si queremos salir de esta profunda crisis y darle a España una confianza de presente y una ilusión de futuro, tenemos que darle, en primer lugar, un sentido de propósito y un gran sentido nacional. Sin un proyecto de unidad y solidaridad nos hundiremos y de ello se aprovecharán nuestros enemigos comúnes. Basta ya de divisiones y de etiquetas regionales; de llamar Estado a la patria española. Hay que darle a cada uno lo que en justicia haya que darle, pero sobre todo, a España lo que es de España.
Los identitarios no pueden defender otra cosa que no sea España en su conjunto. El catalanismo es un invento de la burguesía catalana del siglo XIX que sólo ha servido para acentuar la profunda crisis global que padecemos; por consiguiente, nunca podrá ser una alternativa al desastre. Nacionalidad y nación son una misma cosa, y lo que es más grave, porque siendo una misma cosa y siendo el Estado el sello político de la nacionalidad, la nacionalidad tiende a conseguir un Estado fuerte que la defienda, la fortalezca y la configure, realzando su propia identidad.
Si Plataforma por la Libertad (PxL) defiende estos postulados y los hace suyos, podrá ganarse la confianza de los españoles y hasta convertirse algún día en alternativa al desastre. Si contempla esta democracia como un bien en sí misma y percibe a España como una yuxtaposición de territorios sin demasiados puntos en común entre ellos, estará representando más de lo mismo y a la larga estará cavando su propia fosa política. Confío en la fortaleza moral de Josep Anglada y en su altura patriótica de miras para que emprenda el rumbo que la Historia y la Providencia exige siempre a los líderes de bien.
Comentarios
29 comentarios en "¿Tercera vía o alternativa al desastre?"
Eres de los pocos que ha calado todo este tinglado de pxc, y sino que le pregunten a los que tenía con él en Madrid………………………………..busquen y encontrarán.
Plataforma por la Libertad debe dejar claro que es un partido español y españolista; y no un simple partido interautonómico como es el PP y sus amigos de Intereconomía.
Sr. Armando Robles, le felicito por su análisis y le manifiesto mi confianza en D. Rafael Lopez Dieguez (Alternativa Española) para sacar a España de esta situación. Realmente ha dado usted en el clavo, no necesitamos a un partido como PxC o PxL porque es un partido identitario regional (de cada comunidad autónoma) lo que condena a España a morir ahogada en la orilla. No es momento de eso, sino de levantarse y gritar vivAESpaña!.
¿Y la inmigración-invasión? ¿qué dice AES al respecto?
“caridad cristiana” e “integración”
NO. Ese NO es el camino.
sigamos mirando para “otro lado”, y cuando nos queramos dar cuenta españoles con carnet de identidad y antepasados españoles, pero que por culpa de nuestra inacción ahora odian a España y todo lo que suene a español nos darán una patada en nuestro trasero. Evitar esto es lo que defiende AES, luego cada uno tiene sus preferencias, las mías están claras, allá cada cuál con sus películas mentales……..
No has respondido a la pregunta. ¿Qué postura tiene AES con la inmigración-invasión?. ¿La de todos somos “iguales” y las fronteras no existen y hay que ayudar a los inmigrantes sabiendo como estamos?.
Apuesto a que eres un cargo de AES o aspiras a serlo. Deberías ser consciente que AES como el rsto de partidos identitarios no ha tenido prácticamente éxito. Ojalá lo hubiera tenido porque a fin de cuentas es un partido patriota pero como no lo ha tenido ahora TODOS (incluido la gente de AES) deberíais votar al único partido que puede hacer algo: PxL.
Siempre hay algun tonto que seguira votando a PPSOE Y compañia, en lugar de votar a PXL
“mirar para otro lado” es lo que hacen algunos vestidos de una beatería de lo más extraña.
¿Cómo se puede querer a España y defenderla, y luego mirar para otro lado con la invasión que sufrimos?
España se romperá por su crisis moral, económica,autonómica, … pero también por sus desarraigo étnico. Dentro de 50 años esto será una anarquía de nacionalidades, tribus y razas ….. pero claro, todo sea por la “caridad cristiana” …..
A mi me la repanpinfla Anglada y su partido ( la rana vota a…) anda la leche te lo vi a decir.
Pero si lo que vais a discutir es el nombre del partido….. ya vais mal, pero mamamal.
Y otra cosita… Anglada es el partido y el que quiera entender ya no tendrá que ir preguntando AES, E2000, DN, patriotas, resto de formaciones… ¿Que formaciones ? Anglada Anglada Anglada. jejeje je je… a no que esto es el pájaro loco. Bangb Bangb.. eso es la rana loca.
¿Tú que fumas?
Bueno después de la bromita, perdón, pues ya se que estas muy ilusionado con PxC pero léelo con calma a ver si descubres algo en el relato loco anterior.
Yo lo único que descubro es un mensaje de caracter sexual de una salida calienta-braguetas. Dice “mama mal” ??? O a lo mejor que la ranita esta loca por alguien ???
Agua de charca estancada, contaminada y embotellada a precio de oro.
Y Anglada renegando de su pasado en La Noria ante la histérica de la Rahola.
¿por qué sí P x Cataluña, y no P x España ???
Gracias, gracias, gracias. P X L no defraudará a ningún español que ame a su patria.
Que así sea amén!