Una integrante del Partido Republicano de California, Marilyn Davenport, envió a sus colegas un e-mail con una polémica imagen adjunta. En ella aparece una familia de monos vestidos con ropa y la cabeza del primate menor ha sido sustituida por la fotografía del presidente estadounidense, Barack Obama. La foto incluía también una frase: “Ahora ya saben por qué no hay un certificado de nacimiento”.

Esta sentencia alude a las dudas de algunos republicanos que han cuestionado recientemente el origen del presidente. Uno de los posibles candidatos en las presidenciales de 2012, Donald Trump, sostiene que Obama pudo haber violado la Constitución (que prohíbe la candidatura a la Presidencia de personas nacidas en el extranjero).

El incidente causó una fuerte reacción después de que la imagen fuese publicada en los medios. Otros miembros del partido conservador, así como defensores de los derechos humanos y de los derechos de los afroamericanos consideraron el comportamiento de Davenport como racismo y como una falta de respeto al presidente estadounidense.

El presidente del Comité Central del Partido, Scout Baugh, afirma que el hecho será tratado por el Comité de Cuestiones de Ética y opina que la mujer debe ser excluida del Comité Central republicano del Estado.

Mientras tanto la protagonista del escándalo no se considera culpable de nada reprochable y para disipar las dudas de sus colegas comentó su correo electrónico: “Lamento si mi e-mail ha ofendido a alguien. La imagen me pareció graciosa considerando la personalidad de Obama y las dudas que se plantean respecto a su origen. Ni pensé en la relación con el color de su piel”.

Sin embargo, también hay quienes tratan de proteger a Marilyn. Un miembro del partido, Tim Whitacre, reiteró que no percibe nada de censurable en la imagen y que conoce a Davenport, a la que considera una “abuela cortés y generosa”.

Marilyn Davenport es una de las miembros más conservadoras del partido y participa en el movimiento Teaparty conocido por sus opiniones radicales. El escándalo en California se desarrolla en vísperas de la llegada de Obama al Estado durante su campaña electoral.