Casarse a ocho metros de profundidad, con tiburones como testigos, es posible desde 400 euros en el Palma Aquarium, Mallorca (España). Es una experiencia ya probada por algunas parejas que se han tenido que dar el “sí, quiero” por escrito ante el riesgo de quedarse sin respiración.

Doce tiburones tigres de arena, grises brasileños y guitarra, han acompañado en el día más importante de su vida a varios novios atrevidos ataviados con pajarita y vestido blanco, aunque sin la preocupación de los incómodos tacones, sustituidos por unas aerodinámicas e ingrávidas aletas.

El precio mínimo de esta boda es, según ha explicado este sábado la portavoz del Palma Aquarium, Mónica Cerdá, de 400 euros, lo que cuesta que dos personas se sumerjan entre los escualos con un tercer buceador del acuario a modo de sacerdote.

Añadir un banquete de boda en el restaurante del acuario aumenta la factura. La cuenta también aumenta si a este paquete se le desea incluir un reportaje fotográfico o de video —que puede ser dentro del agua o en las instalaciones del acuario, donde hay una jungla muy fotogénica.

Para hacer este sueño realidad es necesario poseer un carné básico de buceo, el PADI, aunque, según destaca Cerdá, las peticiones recibidas hasta ahora provienen de aficionados al buceo fascinados por el medio marino.

La última boda “oficiada” de este modo, que ha sido presentado este sábado en la Feria Nupcial 2010 que se celebra en el Palma Arena, fue entre dos alemanes que, con ramo de novia sumergible y máscaras, se dieron el “sí, quiero” mediante unos carteles ante unos emocionados familiares y amigos pegados al cristal.

Al otro lado del vidrio, el intercambio de anillos de los novios no solo lo contemplaron la docena de tiburones, sino que también los más de mil animales que habitan en el tanque del Gran Azul del acuario que presume de ser el más profundo de Europa.