Cada día en el mundo se manejan miles de subastas de diferente escala: las casas de subastas venden sus increíbles tesoros, las webs de subastas ofrecen adquirir multitud de cosas útiles. Pero a veces no se trata de los cuadros de Picasso o los vestidos de Marilyn Monroe, sino de lotes mucho más increíbles. Ellos refutan la conocida frase de una película de dibujos animados de Rusia: “para vender algo útil hay que primeramente vender algo inútil”.

Así, hace poco, Emma, de Nueva Zelanda y 29 años de edad, subastó la depresión que padecía desde que tenía 14 años, algo que ella recibió gratis y que no necesitaba tanto. Lo sorprendente es que encontró un comprador para este lote, que adquirió su enfermedad por 155 dólares nuevozelandeses (120 dólares estadounidenses). La chica, que a pesar de su enfermedad logró mantener un muy buen sentido del humor, subastó su angustia en la web de Trade Me, muy popular entre sus compatriotas. Emma ensalzó su descripción de la mejor manera posible. Por ejemplo prometió a su futuro comprador que su depresión era tan fuerte que no permitiría a su dueño ni levantarse de la cama, ni ducharse ni limpiarse los dientes.

A los visitantes de la página web este lote les sorprendió muchísimo: más de 11.000 personas entraron a la página de su anuncio, y muchos de ellos la bautizaron de “muy original”. Los escépticos, a su vez, notaron que la depresión no se puede entregar ni gratis a alguien. “He probado echar la mía fuera de la ventana, pero de esa idea no salió nada bueno”, le escribió alguien.

Y con todo eso Emma logró hacerlo, a pesar de que el hecho de la venta no garantía que el comprador recibiera el lote. Ella planeaba entregar el dinero adquirido a objetivos benéficos. Al conocer lo ocurrido, los médicos unánimemente alabaron la decisión de la mujer. Ellos afirmaron que la transacción le ayudaría en su lucha contra la enfermedad: “se puede curar la depresión no sólo con las pastillas, se puede luchar con esta enfermedad de otra manera. Los ejercicios físicos, la dieta, la meditación y el sentido del humor son también una terapia muy buena”, notó el psicólogo Dunkan Tompson.

¿Pero qué diría el doctor Tompson al saber de una húngara de 18 años, conocida como Miss Primavera? Hace unos meses esta chica subastó otro lote impresionante, su virginidad, siguiendo el ejemplo de otros chicos de diferentes países del mundo. La habitante de Hungría quería gastar el dinero en restituir las deudas por adquirir su casa. La chica subrayaba de todas las maneras posibles que no veía otra posibilidad de ganar la suma necesaria y llamaba a sus compatriotas a no reprobarla.

Miss Primavera empezó con subastar su virginidad en la muy popular web de subastas eBay, pero fue obligada de cerrar la subasta porque su idea muy cínica fue aceptada a niveles inesperados: un gentleman inglés no sólo quiso pagar por este lote 120.000 libras (190.000 dólares estadounidenses), sino que también le propuso a la chica contraer matrimonio. “¡No necesito ningún marido! No he tenido ni un novio. Simplemente quiero encontrar a alguien que pueda ayudarme a mí y a mi familia”, declaró la muchacha. Poco tiempo después este mismo lote fue propuesto por el canal de televisión húngaro Tabu TV, pero ahí las cosas también iban mal. Unas semanas después de que el canal anunciara la subasta, la chica fue agredida en la calle por querer vender su virginidad.

Otra tentativa de sorprender al público fue emprendida a finales del 2008, cuando el británico Dante Noks subastó en eBay su alma y la valoró por 25.000 libras (40.000 dólares). Dante tampoco pudo sacar provecho de su lote: el músico violó las reglas de eBay. Según las normas de eBay, está prohibido subastar espíritus, fantasmas y almas. Así, el anuncio inmortal de Dante fue colgado sólo durante un par de horas y durante este tiempo captó la atención no tanto de los compradores como de los activistas religiosos que ofrecieron al británico prestar más atención a su alma y no subastarla.