España es culpable
Arturo Pérez Reverte.- Cuando miro atrás sobre cómo hemos llegado a que una democracia ejemplar de cuarenta años en uno de los países con más larga historia en Europa se vea contra las cuerdas acorralada por antipatriotas, me llevan los diablos por la podredumbre moral de una clase política capaz de manipular y sobornar con tal de mantenerse en el poder aunque sea con respiración asistida. De esa panda de charlatanes, fanáticos, catetos y a veces ladrones —con corbata o sin ella—, dueña de una España estupefacta, acomplejada o cómplice. De una feria de mangantes que las nuevas formaciones políticas no regeneran, sino alientan.
El disparate catalán tiene como autor principal a esa clase dirigente catalana de toda la vida, alta burguesía cuya arrogante ansia de lucro e impunidad abrieron, de tanto forzarla, la caja de los truenos. Pero no están solos.
Por la tapa se coló el interés de los empresarios cobardes y cómplices, así como esa demagogia oportunista, encarnada por los Rufiancitos de turno, aliada para la ocasión con el fanatismo más analfabeto, intransigente, agresivo e incontrolable con esa pinza siniestra de chantaje social y emocional facilitado por la dejación que el Estado español ha hecho de sus obligaciones —cualquier acto de legítima autoridad democrática y defensa de los valores nacionales se considera por intoxicación un acto fascista—, crece y se educa desde hace años a una sociedad joven de Cataluña, con sesgos de intolerancia visceral con efectos dramáticos e irreversibles, a corto y medio plazo. En esa fábrica de desprecio, cuando no de odio fanático, a todo cuanto se relaciona con la palabra España.
Pero ojo. Si esas responsabilidades corresponden a la sociedad catalana, el resto de España es tan culpable como ella. Lo fueron quienes, aun conscientes de dónde estaban los más peligrosos cánceres históricos españoles, trocearon en diecisiete porciones competencias fundamentales como la educación y las fuerzas de seguridad del estado.
Lo es esa izquierda insensata que ha pervertido al pueblo para que la bandera y la palabra España parezcan propiedad exclusiva de la derecha, y lo es la derecha que no vaciló en atribuirse como exclusivos tales símbolos en sus turbios negocios. Lo son los presidentes desde González a Rajoy, sin excepción, que durante tres décadas permitieron que el nacionalismo despreciara, primero, e insultara, luego, los símbolos del Estado, convirtiendo en apestados a quienes con toda legitimidad los defendían por creer en ellos. Son culpables los ministros de Educación y los políticos que permitieron la tóxica falsedad en los libros de texto formando generaciones en el desprecio para un futuro de enfrentamiento. Es responsable la Real Academia Española, que para no meterse en problemas negó ayuda a los profesores, empresarios y padres de familia que acudían a ella denunciando chantajes lingüísticos.
Es responsable un país que permite que grupos de miserables silben a su himno nacional y a su rey, escupan y quemen nuestra bandera que simboliza la unidad entre todos.
Son responsables los periodistas y tertulianos que ahora despiertan indignados tras mirar para otro lado durante décadas, mientras a sus compañeros los llamaban exagerados y alarmistas.
Porque no les quepa duda: culpables somos ustedes y yo, que ahora exigimos sentido común a una sociedad civil catalana a la que dejamos indefensa en manos de manipuladores, sinvergüenzas y delincuentes. Una sociedad que, en buena parte, no ha tenido otra que agachar la cabeza y permitir que sus hijos se camuflen con el paisaje para sobrevivir. Unos españoles desvalidos a quienes ahora exigimos, desde lejos, la heroicidad de que se mantengan firmes, cuando hemos permitido que los aplasten, humillen y silencien.
Por eso, pase lo que pase, el daño es casi irreparable y el mal de la codicia sin escrúpulos, ni principios es cancerígeno, pues todos somos culpables. Por estúpidos, por indiferentes, por cobardes.
Ahora borra este mensaje y condénalo en la indigna indiferencia esperando que otros hagan el esfuerzo por ti o pásalo a tus amigos y manifestaos en contra del desmoronamiento moral de esta España histórica por la que millones dieron su vida, por defender su integridad y dignidad milenaria, de una cultura que desde fuera ha sido referencia ejemplar mundial.













Al igual que lo de los musulmanes, veté a Marruecos a ver si te dejan ejercer tus derechos como ciudadano del mundo, no.
Lo de la iglesia con miles de cristianos asesinados por musulmanes en Asia, Pakistan.Un obispo independentista, y otro animando.
Por eso, pase lo que pase, el daño es casi irreparable y el mal de la codicia sin escrúpulos, ni principios es cancerígeno, pues todos somos culpables. Por estúpidos, por indiferentes, por cobardes.
Lo de España es de pena.
Voté No a la Constitución porque se sabía, no se creía, sabía que en su momento se legalizaría el asesinato del no nacido como un derecho; que había comunidades de primera, de segunda y de tercera; que unas comunidades pagarían más al Estado y recibirían menos y que otras pagarían mucho menos al Estado y recibirían más; y lo que pusiese en la Constitución era lo de menos y lo que valía era su interpretación. Los que ahora se quejan y quieren hacer creer que España fue modelo constitucional son los que votarón SI a la Constitución, que era una… Leer más »
Generalizar el concepto de “buenos” y “malos” siempre es injusto. Pero las ideologías sí pueden ser buenas o malas, y sin entrar en mayores disquisiciones, en el caso de estos dos “bandos”, está muy claro a cuál le corresponde ser calificada de buena y a cuál de mala. lo que por supuesto afecta a sus seguidores. Es obvio.
De todos modos recordemos los que respondió Jesús en cierta ocasión a un joven, que al preguntarle qué debía hacer para conseguir la vida eterna, le llamó “Maestro bueno”
“¿Porqué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios.”
(Marccs 10.18)
No comprar productos Vascos-Navarros-Catalanes…lo de allí es RACISMO.
No sé de qué se extraña nuestro pensador. En ese terreno, y bien abonado como lo están dejando, es muy natural que crezcan, cuando no son cardos son espinos, o sino ortigas y podría ser que viniera algo peor.
Los endepes y los escamots de la esguerra. Estacazo y tentetieso.
¿Racismo? ¿Usted cree que los tarados y poco agraciados bananeros de la foto con la estelada son de otra “raza” que los de al sur del Ebro? Esos supuestos racistas no se quejan de la entrada masiva de alógenos ni de las subvenciones que para su prole dichos alógenos reciben. No, no son racistas, carecen de todo concepto de raza. Son solo cretinos adoctrinados en una historia falsa y victimista en unas escuelas que el Estado expañol con sus reinos de taifas del régimen masón del 78 permitió y subvenciona. Creo que fue Ansar quien cedió a nacionalistas vascos y… Leer más »
Se intentó en su momento dar el llamado golpe de timón a través del 23 F. El rey parece que había accedido con una frase curiosa, algo así como “A mí dádmelo hecho”. Sin embargo, Tejero destinado a ser cabeza de turco y al que se le ofreció una salida hacia algún país americano se negó. Le engañaron. Él y otros como él pensaron que se trataba de volver al franquismo estricto y cuando Armada, el famoso elefante blanco, le dijo que iba a presidir un gobierno de concentración con socialistas y derechistas al alimón echando abajo el sistema autonómico… Leer más »
El pueblo español… ¿que pueblo español? Eso era antes, un tiempo en el que aquí, al menos uno de cada diez individuos era español de verdad porque usaba su capacidad de pensar, cosa que significaba tener conciencia de nuestros referentes históricos, de la tradición, de las costumbres y del deber de defender a la Patria. Aquí lo que ahora hay es una masa que responde perfectamente a las cualidades que se le atibuyen : materia pulverizada, , o sea cerebros triturados mediente la inoculación de un liquido, adoctrinamiento en este caso, por lo que se consigue que sean absolutamente manipulables… Leer más »