Íñigo Errejón besa a Manuela Carmena.

El caso Errejón parece que no ha hecho otra cosa sino empezar. Su dimisión, la ola de acusaciones y el reconocimiento de Más Madrid sobre el acoso sexual cometido por el ya exdiputado le han arrinconado hasta el punto de situarle en el borde del precipicio. A pesar de ello, lo más destacado no han sido las decenas de informaciones que han ido saliendo en las últimas horas, sino la hipocresía de un Errejón que llegó a calificar como «prioridad de Estado» la violencia de género en nuestro país.

Una de sus críticas más voraces tuvieron lugar hace un año, cuando estalló toda la polémica tras el beso del expresidente de la RFEF, Luis Rubiales, a Jenni Hermoso. A finales de agosto de 2023, en el programa Al Rojo Vivo, Errejón denominó como «escándalo internacional» lo sucedido tras la consecución del Mundial por parte de la selección femenina. Asimismo, Errejón fue elevando el tono con el paso de los segundos, pidiendo de manera inmediata la dimisión de Rubiales.

“El señor Rubiales tuvo una actitud bochornosa”, dijo el exdiputado en una entrevista en La Sexta.

En la misma, Errejón aprovechó de tirar dardos a políticos, periodistas y dirigentes del fútbol: “Está habiendo silencios un tanto vergonzantes en la política, en el periodismo y en el mundo del fútbol. Nosotros hemos sido pioneros en crear medidas”, agregaba.

«Debería haber dimitido ya. Si sigue diciendo que se va a atrincherar, el Gobierno debe intervenir», esgrimía en aquel momento el ahora exdiputado, llegando a señalar que se estaban produciendo «silencios vergonzantes en el mundo de la política, el fútbol y del periodismo».

Las declaraciones sobre Rubiales no fueron las primeras en la que Errejón compartía su opinión como abanderado del feminismo.

Tenemos que remontarnos al año 2019. En aquella ocasión, el que era candidato de Más Madrid a la Presidencia de la Comunidad compartía en los desayunos informativos de Nueva Economía Fórum su opinión personal sobre la violencia machista, sin saber que aquellas palabras acabarían envejeciendo de manera negativa. Esta hipocresía ha sido duramente criticada por Vox, partido que ha enumerado las incongruencias del ya exdiputado, llegando a declarar que «ni una lección de la izquierda. Son la hipocresía hecha persona».

En aquel acto que compartió con la exalcaldesa de Madrid, Manuel Carmena, Errejón se atrevió a definir su propia idea de patriotismo, llegando a declarar que hay que «cuidarnos unos a los otros». En este sentido, Errejón priorizó dentro de estos cuidados, la violencia machista frente a otras. De hecho, al ser preguntado sobre la inclusión de las víctimas de parejas LGTBI en la ley de Violencia de Género, Errejón llegó a declarar que se estudiarían todos los casos en detalle, aunque dejando claro que se priorizarían otro tipo de urgencias.

«Lo más acuciante es lo que más está pasando. En España se asesinan sistemáticamente mujeres. Y por eso es el primer objetivo. Debería ser una prioridad de Estado que dejemos de asistir con normalidad a los telediarios que nos cuentan los asesinatos de mujeres», alegaba Errejón.

De hecho, sus palabras no se quedaron ahí, llegando a declarar que «no se trata de cuestionar el feminismo ni los derechos LGTBI, sino de poner medios para que eso no suceda». Entre las medidas propuestas, Errejón apostó por implantar una mayor «alternancia habitacional, asistencia, acompañamiento…», sentenciando con que la clave de todo era una mayor inversión en recursos.

Una de las voces más críticas

A lo largo de los últimos años Errejón se ha caracterizado por dar múltiples discursos y declaraciones enfocados en la violencia machista y en aquellos textos legislativos que estaban relacionados.

De toda la ristra de ejemplos que el exdiputado ha protagonizado, hay que fijarse en unas declaraciones que realizó en los pasillos del Congreso de los Diputados en febrero de 2023. En aquella ocasión, Errejón daba su opinión sobre la polémica ley del ‘solo sí es sí’. Al igual que años antes en el foro económico, en esta ocasión volvió a reclamar un «debate de Estado» para frenar un problema que no paraba de aumentar en nuestro país.

«Esto no puede ser solo una discusión de penas o de años de cárcel, tiene que ser una discusión sobre la educación sexoafectiva en las aulas, las medidas de prevención y el tratamiento de las nuevas masculinidades», explicó a los periodistas.