La vacuna de Oxford-AstraZeneca, que una de las que se utilizaron y llegaron a nuestro país durante la pandemia de covid, fue retirada del mercado la semana pasada luego de que la Comisión Europea anulara su autorización el pasado 7 de mayo.

Anteriormente, la propia farmacéutica internacional había sido cuestionada por los posibles “efectos adversos”, como el riesgo de sufrir coágulos sanguíneos.

En su momento, AstraZeneca admitió en documentos legales que su vacuna contra el covid podría inducir un efecto secundario pero en muy raros casos. Sin embargo, ahora se detectaron otras reacciones en algunas personas, afectando en forma devastadora a varias familias. Este reconocimiento por parte del laboratorio podría sentar las bases para un acuerdo de compensación de hasta 100 millones de libras esterlinas (unos 125 millones de dólares) para los demandantes del Reino Unido, informó The Telegraph.

El Tribunal Superior del Reino Unido recibió la presentación de 51 casos de personas que afirman haber sufrido secuelas por haberse inoculado con esta vacuna.

En este mismo sentido, este martes se conoció que una argentina – una mujer cordobesa – también acudió en las últimas horas a la Justicia para denunciar a la farmacéutica AstraZeneca, tras haber obtenido el síndrome de Guillain-Barré luego de haberse aplicado la tercera dosis contra el covid, con la vacuna de este laboratorio.

Síndrome Guillain-Barré

A poco más de una semana de que retirara del mercado sus vacunas contra el coronavirus por supuesta “baja demanda”, la farmacéutica multinacional recibió una demanda en Río Cuarto, Córdoba, por un presunto caso de efectos adversos. La denuncia fue realizada por una mujer de 39 años que quedó recientemente incapacitada laboralmente, informó el diario cordobés La Voz.

La reparación reclamada por la cordobesa es de 100 millones de pesos ya que habría desarrollado el síndrome Guillain-Barré aparentemente luego de vacunarse contra el covid en un centro de salud local, lo cual le habría generado como consecuencia una incapacidad del 75% que le impide caminar, moverse y controlar esfínteres, entre otros síntomas.

Según describe la Organización Mundial de la Salud (OMS), “el síndrome de Guillain-Barré es una afección en el sistema inmunitario del organismo que ataca parte del sistema nervioso periférico”; puede afectar a los nervios que controlan los movimientos musculares así como a los que transmiten sensaciones dolorosas, térmicas y táctiles. “Esto puede producir debilidad muscular y pérdida de sensibilidad en las piernas o brazos”, indica la OMS.

“En algunos casos puede producir parálisis de las piernas, los brazos o los músculos faciales. En el 20% a 30% de los casos se ven afectados los músculos torácicos, con lo que se dificulta la respiración. En los casos graves pueden verse afectadas el habla y la deglución. Estos casos se consideran potencialmente mortales y deben tratarse en unidades de cuidados intensivos”, precisa la OMS.

La aparición del síndrome surge en general, luego de infecciones bacterianas o víricas. Asimismo, puede ser desencadenado por vacunaciones o intervenciones quirúrgicas.

Denuncia en Río Cuarto

La denuncia de la mujer cordobesa no sólo apunta contra la farmacéutica AstraZeneca y conlleva además una maniobra judicial contra el Estado argentino, debido a que fue el propio Gobierno nacional el que propició la vacunación contra el covid a través del sistema público de salud.

La demanda presentada en Río Cuarto cuenta con varios testimonios médicos que coinciden en que el diagnóstico de la denunciante surgió tras la inoculación de la tercera dosis de esa vacuna contra el covid.

El caso quedó registrado en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina (Sisa), el Ministerio de Salud de la Nación y fue informada a la Anmat. Según la mujer, la posibilidad de efectos adversos de las dosis de AstraZeneca no fue informada por las autoridades sanitarias.

Además, la cordobesa denunció “coacción” por parte de las autoridades y medios de comunicación, que en esa época animaban a aplicar la dosis para resguardarse del covid a pesar de que las vacunas se encontraban en la fase experimental.