Hace cuatro meses el fiscal especial John Durham concluía una investigación de cuatro años sobre la supuesta vinculación del expresidente Donald Trump y Rusia para interferir en las elecciones de 2016. Su sentencia fue clara: el exmandatario republicano no debió ser investigado porque tanto el Departamento de Justicia como el FBI utilizaron información “no corroborada, sin procesar ni analizar”.

Es decir, el escándalo y el juicio político contra el también empresario realizado en 2019 careció de fundamento. El informe, de más de 300 páginas, reiteró la absolución que Trump obtuvo en el Senado ante el proceso de impeachment y que pretendieron llevar adelante los demócratas.

Es válido traer a colación este precedente, porque otra vez desde las filas demócratas apelan al relato de un supuesto complot entre Trump y Rusia, a propósito de la carrera presidencial de 2024. A pesar de que el partido que hoy lidera el presidente Joe Biden ha promovido y aplaudido los cuatro juicios contra el exmandatario que están en proceso, ahora recurren a la vieja artimaña de mencionar a Moscú. Fue la excandidata presidencial Hillary Clinton quien lo sacó a colación en una reciente entrevista.

Entrevista a Hillary Clinton

Hillary Clinton dijo “no tener ninguna duda” cuando Jen Psaki, exsecretaria de prensa de Biden, le mencionó “la interferencia” del presidente ruso Vladímir Putin en las elecciones anteriores de 2016 y añadió que “puede intentar dividiendo internamente”. Cabe destacar que Psaki se unió a la cadena MSNBC el año pasado. Bajo este nuevo rol, pretende sacar a flote una causa perdida.

Por su parte, Hillary Clinton salió derrotada en las elecciones contra Donald Trump en el año 2016. Quizás por eso es que, a pesar de las investigaciones y conclusiones, la excandidata insiste con la trama rusa. “No creo que, a pesar de todos los negacionistas, haya ninguna duda de que [Putin] interfirió en nuestras elecciones”, agregó para después aseverar que “parte de la razón por la que trabajó tan duro contra mí es porque no creía que me quisiera en la Casa Blanca”.

Puede que la justicia haya descartado las sospechas de colusión entre Trump y los servicios secretos rusos para los comicios de 2016, pero Clinton insiste en su teoría y sugiere que podría repetirse. Otra prueba que descartó dicho complot, es que el fiscal Durham determinó que el testigo estrella, Christopher Steele, era en realidad un informante pagado por el FBI.

Estrategias demócratas

Ahora bien, las palabras de Hillary Clinton sobre Trump y Rusia también ponen sobre la mesa otro plan que pudieran estar contemplando desde el Partido Demócrata y que guardaría relación con las cuatro imputaciones que pesan sobre el expresidente republicano, sumando en total 91 cargos en su contra.

Si su defensa prospera en los distintos procesos judiciales, el exmandatario tendría el camino libre para gobernar en caso de salir electo el año que viene. Sin embargo, nuevas vinculaciones con Rusia podrían servir al Partido Demócrata para desacreditar un hipotético nuevo gobierno de Trump.

En otras palabras, sería una estrategia de respaldo en caso de que las distintas investigaciones en su contra para sacarlo de la carrera política no funcionen, y que además fracase el bloqueo de la boleta que sugirieron días atrás los congresistas Adam Schiff, de la Cámara de Representantes y Tim Kaine, del Senado. Ellos defienden que a Trump debería sacársele de la contienda debido al caso del ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, amparándose en la “cláusula de insurrección” de la 14ª Enmienda de la Constitución. En resumen, las estrategias sobran desde el Partido Demócrata. La duda que abunda es si realmente son viables.