El bienestar es uno de los objetivos para la salud mental y física de la sociedad. En un contexto en el que las prisas, el estrés y la presión mental está en máximos, puede ser clave el conseguir dar con una serie de terapias que beneficien a las personas.

De ahí que haya ciertas formaciones que acaban llenando sus aulas por la demanda que tienen no sólo en clínicas de fisioterapia como tratamientos alternativos sino también como espacios en los que el bienestar sea el eje central como centros de yoga, pilates o incluso osteopatía.

¿Cuáles son las nuevas terapias más demandadas?

Bruxismo

Según los últimos estudios, casi el 70% de la población sufre bruxismo. Esta patología tiene que ver con el estrés y los nervios y acaba cargando la musculatura mandibular y estropeando la dentadura. Esa forma de apretar los dientes fuertes o incluso rechinarlos está muy relacionado con dolencias que provocan cefaleas, dolores en el cuello e incluso malas posturas.

“Las técnicas manuales para liberar la tensión en las fascias como la terapia miofascial supone una solución fantástica y mínimamente invasiva con la que mejorar la movilidad y la flexibilidad articular, perjudicadas por el bruxismo. Este tipo específico de masaje combina maniobras inspiradas en la medicina tradicional china para estimular y relajar el tejido blando conjuntivo que rodea los músculos, los órganos y los nervios, continuando con un masaje intrabucal” explican desde Isabel Martínez Centro de Formación, especializado en este tipo de cursos específicos.

Sin necesidad de formación previa, puede ser una salida maravillosa para especializarse en la búsqueda laboral o bien para ayudar a algún familiar que lo padezca.

Auriculoterapia

Esta variante de la acupuntura tradicional es uno de los tratamientos más solicitados últimamente en las principales escuelas de formación.

Semillas, bolas magnéticas o cualquier elemento ligero que pueda presionar cada punto de la oreja o pabellón auricular será lo único que se necesite para ayudar a equilibrar los desequilibrios emocionales, físicos o mentales gracias a la estimulación de los puntos reflejos.