El derecho es un pilar fundamental que sostiene la estructura del bienestar de la que disfrutamos a diario. Puede que no seamos ni tan siquiera conscientes de su relevancia, no obstante, en este sector se recogen todos los parámetros de justicia e igualdad entre personas, que merecemos. Tanto en lo personal, como en lo empresarial, si es que tenemos un modelo de negocio entre manos, el asesoramiento legal puede llegar a ser un recurso de vital importancia. Unos consejos que se suelen dar desde la experiencia jurídica, para indicarnos qué camino debemos seguir en cada caso.

Mantén la integridad económica en todo momento

El asesoramiento juridico atiende a un amplio abanico de ámbitos, siendo de vital relevancia en un sinfín de situaciones que pueden poner en peligro nuestra estabilidad. Un buen ejemplo de ello, al menos en materia personal, lo encontramos con el asesoramiento legal especializado en derecho civil, clave para resolver los conflictos más comunes.

Tener un servicio de asesoría en casos como las herencias, los divorcios o los contratos de arrendamiento de una vivienda, resulta de lo más favorable. También en lo que respecta a las reclamaciones que hacemos a empresas cuando hemos sido víctimas de una gestión nefasta, unas situaciones en las que toda nuestra tranquilidad y solvencia se podrían ver condicionadas.

En materia empresarial, este recurso también es de especial relevancia, tal y como lo demuestra, la recuperación de deudas. Un proceso que puede llevarse a cabo de forma extrajudicial y que va a marcar la diferencia entre remontar una crisis corporativa o tener que bajar la persiana del negocio para siempre. De ahí que el papel de estas asesorías sea crucial.

Protégete en el aspecto laboral y administrativo

Siguiendo en el marco empresarial, toca poner en valor el asesoramiento legal especializado en derecho laboral. Un marco fundamental en la gestión de cualquier compañía, que hace referencia a todo aquello en lo que participa nuestra plantilla de empleados. Porque recordemos que los trabajadores son el motor del negocio y, si una pieza falla, lo hace toda la empresa.

Aspectos como la contratación laboral, las negociaciones colectivas, los arbitrajes, la Seguridad Social, etc., quedarán completamente blindados. De hecho, nuestro equipo de recursos humanos tendrá una figura externa a la empresa, que servirá para mantener la organización siempre en el buen rumbo; esquivando cualquier conflicto con la plantilla o las autoridades.

Del mismo modo, cabe hablar del rol que ocupa la asesoría en materia administrativa. Aquí encontramos gestiones asociadas con las contrataciones públicas, el marco de urbanismo, medio ambiente, las licitaciones públicas o cualquier otro procedimiento administrativo. Una serie de áreas que deben quedar sometidas a la máxima claridad y rigor profesional.

Otras áreas de interés

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, las mejores consultoras se han especializado en otras tantas áreas que merecen nuestro interés. Este es el caso de la asesoría fiscal, la cual nos permite estar siempre en buenos términos con las autoridades tributarias. Es más, en el ámbito empresarial, este servicio tiende a suponer un ahorro, ya que dichos expertos saben cómo evitar pagar impuestos de más en cada declaración.

En lo relativo al derecho mercantil, los consultores garantizan que toda la práctica en los mercados nacionales e internacionales, es legítima. A menudo, las empresas cometen errores por pura ignorancia, algo que no quita que la integridad del negocio se pueda poner en juego; motivo por el que delegar en estos especialistas se antoja prioritario.

Todo ello sin dejar de lado el papel que ocupan los asesores en derecho procesal. Como defensores de los intereses de sus clientes, bien sean personas físicas o jurídicas, los consultores fundamentan su trabajo en la prevención, evitando que los conflictos lleguen a suceder. En caso de ser inevitables, apuestan por la negociación, ahorrándose así el paso por los tribunales. Si aun así no se ha podido esquivar el juicio, darán la cara por nosotros, para que tengamos todo lo que necesitemos en favor de conseguir una resolución favorable.