“Caso Oltra”: Las recetas que valían para Francisco Camps o para Rita Barberá no se las aplican ellos ahora
Antonio Herraiz.- Han pasado más de 40 horas desde su imputación y si el presidente de la Comunidad Valenciana todavía no la ha destituido es porque, en primer lugar, asume tener en su Gobierno a una portavoz a la que la Fiscalía acusa de crear un entramado para proteger a su ex marido, condenado a 5 años de cárcel por abusos sexuales a una menor. Puig acepta que siga en el cargo una persona acusada de desacreditar el testimonio de una niña abusada. El “hermana, yo sí te creo”, aquí no valió.
¿Por qué no ha destituido ya Ximo Puig a Oltra? Es una pregunta que todavía no ha respondido. ¿Cuánto está influyendo la amenaza de sus socios de reventar el Gobierno si la cesa? ¿Cuánto está influyendo la investigación abierta contra el hermano de Ximo Puig, acusado de hacer negocios irregulares y de recibir subvenciones que no le correspondían entre 2015-2018? ¿Hay o no hay un pacto de no agresión entre el PSOE y Compromís?
Pues es algo que tendrá que responder Ximo Puig, que de momento se limita a esperar para que sea Oltra la que de el paso de renunciar.
Tomar decisiones que no llegan por ninguno de los dos frentes que las tienen que tomar. Puig no destituye a Oltra y ella se niega a dimitir. La vicepresidenta no aclara ninguna de las acusaciones que le lanza la fiscalía. Se limitó a tirar de manual y a decir que todo es una invención de la ultraderecha. Lo que sí confirmó es que no dimite porque “tiene que defender la democracia frente al fascismo”. Lo defender a la víctima, lo deja para otro momento.
TOCADA POLÍTICAMENTE
El “exactamente” no es del todo rotundo porque le pilló bebiendo agua, pero tampoco lo es porque sabe que está tocada políticamente. Y ya decimos: ninguna palabra de apoyo hacia la víctima, que ya es mayor de edad, ni media palabra de condena a los abusos sexuales cometidos cuando trabajaba como educador en un centro tutelado de menores.
En las últimas horas se está hablando mucho de la Constitución, de la tutela judicial efectiva y de la presunción de inocencia. Es verdad que una imputación, ahora denominada investigación, no es un hecho extraordinario. Y siempre tiene que prevalecer la presunción de inocencia, esa que jamás respetó Mónica Oltra cuando se erigió en el gran azote contra políticos del PP, como la alcaldesa Rita Barberá o el presidente Francisco Camps.
Esto es lo que decía Oltra en 2011 tras la dimisión de Camps. “Tenía que haber dimitido en el momento de la imputación”. De las 10 imputaciones que elevaron a Camps, en 9 de ellas ha salido limpio, absuelto, con el caso archivado, muchas de esas causas impulsadas, por cierto, por la propia Oltra. Tiene una pendiente aún por resolver.
Las recetas que valían para Francisco Camps o para Rita Barberá no se las aplican ellos ahora.
Pero no solo Oltra. También el presidente Ximo Puig era de la misma opinión. Cargo imputado, cargo que tiene que dimitir o, si se resiste, ser destituido.
Las recetas que valían para Francisco Camps o para Rita Barberá no se las aplican ellos ahora. Es más. Atentos al código ético de Iniciativa del del Poble Valencià, que es el partido de Oltra y que forma parte de la coalición Compromís.
Artículo 11.11 de su régimen disciplinario. En caso de imputación (investigación judicial) por hechos relacionados con la hacienda pública y seguridad social y delitos contra la administración pública, violencia machista, corrupción, etc, que el Consejo Ejecutivo estime fundamentada, en reunión extraordinaria exigirá la dimisión inmediata de los cargos públicos. En caso de no hacerlo será el partido quien lo ejecute, adoptará medidas provisionales y trasladará una propuesta de acuerdo a la Mesa Nacional. Nada de eso ha ocurrido, ¿en parte por qué? Como el partido de Oltra es ella, lo dirige ella, decide ella, viendo la que se le venía encima, en abril cambiaron su código ético para salvarla de la quema. Dejaron este punto tan difuso que les permite decir ahora que no lo incumplen.
Conclusión. No dimite y deja retratada su hipocresía. Nos encantaría escuchar a esta hora lo que han dicho de este asunto las Yolanda Díaz, Ione Belarra, Irene Montero. Tarea imposible. No han dicho nada. Con su silencio, parece importarle poco los abusos sexuales cometidos a una menor ni tampoco que desde la consejería de Oltra, según la fiscalía, se urdiera un plan para taparlo, para que no se hablar a de él.
Día que pasa, día que más se agrava la crisis en el Gobierno de Ximo Puig a menos de un año para las elecciones autonómicas en esta comunidad.
OLTRA ES LA BIEN PAGADA POR EL SEPARATISMO CATALAN PARA ANEXIONAR VALENCIA A CAT.
“ROMA NO PAGA A TRAIDORES”.
Yo trabajo en la conselleria y sé que todo esto es un montaje de la derecha cavernícola sin fundamento y criminal…
ADMINISTRADOR: ¿Usted trabaja en la conselleria? Usted sol es un desgraciado con una vida de mierda, una conomía de mierda y una familia de mierda.
Vaya, un estómago agradecido… la decencia ni la conoce.