Salvador Pendón, el rústico ex presidente dce la Diputación de Málaga.

«Un minuto más de estos señores socialistas (en referencia al equipo de gobierno dirigido por Salvador Pendón) mandando y habrían puesto en riesgo la continuidad de la Diputaciòn», ha asegurado esta mañana el vicepresidente primero del ente supramunicipal, Francisco Oblaré (PP). El portavoz de los populares, Francisco Salado, ha sido también concluyente. «Los datos que nos hemos encontrado al tomar posesión demuestran que la Diputación Provincial está en quiebra técnica real. La situación económica es muy difícil». Las previsiones apuntan a que cerrará este año con una deuda total de 292 millones de euros.

Tanto Oblaré como Salado han culpado de esa situación «al despilfarro a manos llenas» llevado a cabo por el PSOE mientras ha gobernado en la Diputación. «Me gustaría que hoy estuviese aquí Salvador Pendón para que diese explicaciones de la política de tierra quemada que ha mantenido», ha manifestado Salado, que ha indicado que el equipo de gobierno socialista destinó 13 millones de euros a subvencionar a distintos colectivos en los cinco primeros meses de este año. Asimismo, ha comentado que el interventor de la Diputación ha formulado 2.000 reparos a otros tantos pagos realizados por el PSOE, de los que 1.000 son por subvenciones sin justificar.

Margen de maniobra

Cuando el PP ha llegado al poder, se ha encontrado con que el 83,69 por ciento del gasto corriente ya está efectuado, pero, en cambio, solo un 25 por ciento de las inversiones. «El margen de maniobra que nos han dejado es pequeño, pero saldremos adelante y daremos soluciones a estos problemas aplicando un plan de austeridad», ha indicado Salado.

Entre las actuaciones de ahorro previstas están la reducción de los cargos de confianza, que pasarán de 76 a 60 como máximo, lo que supondrá pagar un millón de euros menos al año, y una disminución de los sueldos del presidente (17 por ciento), los vicepresidentes (15,8 por ciento), los diputados con áreas de gobierno (15 por ciento), los diputados de la oposición (12 por ciento) y los portavoces de la oposición (19 por ciento). El recorte en cargos confianza y en sueldos de diputados implicará un ahorro de cuatro millones de euros, ha señalado Oblaré. Igualmente, se pasará de tener veinte coches oficiales a utilizar seis.

La Diputación le debe a los bancos 217 millones de euros, tiene que devolver 61’3 millones al Estado y adeuda 13,3 millones a los proveedores. El índice de endeudamiento previsto al finalizar el año será del 143 por ciento, cuando el máximo permitido es del 110 por ciento.