Que a los musulmanes se les permite todo empieza a ser un lugar común en esta democracia más para unos que para el resto. Lo que con cualquier español autóctono sería perseguido de oficio, con los musulmanes no. La casta política española ya no oculta su siniestro propósito de defender los intereses expansivos del islam en España con la mascarada de la multiculturalidad. La fiesta del cordero, que incluso colorea ya de rojo el calendario festivo de Melilla, es otra prueba clara y rotunda de la progresiva islamización de España y, de forma significativa, Cataluña.

Más de un millón de musulmanes celebran hoy en toda España la Fiesta del Cordero (‘Eid Aladha’) o Fiesta Grande, en la que los fieles de esta religión deben, en la medida de sus posibilidades, sacrificar una res. Plataforma per Catalunya (PxC) recordó hoy que en nuestro país, la ley obliga a aturdir a los animales antes de ser sacrificados en los mataderos.

Recuerda también la prohibición de sacrificar animales en los domicilios particulares y viviendas, “tal como ayer hicieron miles de musulmanes en Catalunya”. Como se sabe, la normativa vigente obliga “por motivos higiénico-sanitarios” a que los sacrificios de animales se realicen en los mataderos. Con el islam hemos topado.

“La matanza llamada “Halal”, que es degollar al animal a sangre fría con un cuchillo orientándolo hacia la Meca y gritando que ‘Alá es grande’, que practica la comunidad musulmana durante todo el año y de forma especial en su cruel fiesta del sacrificio, goza de bula legal por dudosos intereses industriales y comerciales, que en realidad son religiosos. Lo peor es que este procedimiento excepcional se está convirtiendo en una regla generalizada ya que el abuso de los mataderos ha transformado en un coladero una singularidad prevista para una minoría religiosa y que los consumidores desconocen, dado que la legislación no obliga a las carnicerías a informar del modo de sacrificio, con lo que más de una tercera parte de la carne que comemos los consumidores españoles es “Halal”. Es decir, que sin que nosotros nos enteremos, estamos consumiendo animales sacrificados brutalmente y con un rito religioso de por medio que ni queremos, ni mucho menos hemos pedido”, señala la formación identitaria que lidera Josep Anglada.

PxC indica que, desde el Parlament de Cataluña, pedirá “un cambio urgente de la actual ley y prohibirá, como ya sucede en otros países europeos, la prohibición total de la muerte de animales por el cruel rito “halal”, puesto que está demostrado que aumenta con creces el sufrimiento de los animales”. “La ley ha de ser igual para todos”, apostilla.

Por otro lado, la PxC destaca que los Mossos d’Esquadra debieron organizar entre ayer y hoy un dispositivo especial de tráfico “para controlar los transportes indiscriminados de animales vivos en vehículos particulares y no adecuados con motivo de la mencionada fiesta musulmana”. “Desde PxC pediremos también una reforma de la ley de tráfico para aumentar las sanciones a estas prácticas tan peligrosas para nuestra seguridad vial”, recarca.

Los plataformistas denuncian asimismo que en algunas localidades catalanas haya sido jornada festiva para algunos escolares musulmanes, mientras en muchas otras localidades “ellos mismos se tomaron el día libre, pudiéndoseles ver por las calles de Cataluña en horario lectivo”.

La PxC manifiesta por último que no tolerará “calendarios escolares a la carta y mucho menos por motivos totalmente ajenos a nuestras costumbres”.