Este miércoles comenzaba un terremoto político en España con epicentro en Murcia. Con la noticia adelantada por Cope a primera hora de la jornada, los diputados autonómicos de Ciudadanos se unían al PSOE de la región para presentar una moción de censura contra el Partido Popular.

Las consecuencias del temblor murciano se han dejado sentir en el resto del país y en Madrid con especial fuerza. Isabel Díaz Ayuso, temerosa de sufrir un destino similar al de su compañero López Miras, ha decidido convocar elecciones anticipadas y buscar lo que ha calificado, también con Carlos Herrera, como “gobernar como Feijóo, con mayoría absoluta”.

El lío es tremendo y sienta un peligroso precedente para las relaciones PP – Ciudadanos, donde ya nada volverá a ser igual. “Nos habéis jodido”, le reprochaba Begoña Villacís a Pablo Casado un día después. Y, a pesar de todo, hay quien piensa que la moción de censura murciana podría quedarse en nada. ¿Se imaginan?

Las cuentas de Ciudadanos para investir (o no) a su candidata

Los números son claros en Murcia: hacen falta 23 votos a favor de la moción de censura contra López Miras y a favor tenemos a PSOE (17 votos) y a Podemos (2 votos), lo que suponen 19 síes para echar al PP del Gobierno regional.

En el apartado de los noes tenemos al PP (16 votos) y a Vox (4 votos), lo que nos dan 20 diputados que se opondrán a la moción.

En duda, y sí, leen bien, en duda, están los 6 votos de Ciudadanos. Y es que se da por hecho que 2 diputados, Juan José Molina y Ana Martínez Vidal, voten a favor de la moción, junto con PSOE y Podemos. Ana Martínez Vidal es la diputada de Ciudadanos que se convertiría en presidenta de la región si prosperase la intentona de la izquierda, por lo que se da por hecho su voto. Estamos en 20 síes (faltan 3).

Juan José Molina es el otro diputado que votará que sí, ya que, en redes sociales, ha compartido fragmentos de entrevistas en televisión en los que asegura que “el PP no sabe gobernar en coalición” o, por ejemplo que el PP consideró a Cs “un inquilino molesto, todo fue obstrucción y no hubo forma de llevar a cabo una gobernanza en equipo”, ha criticado. En el recuento estamos con 21 votos a favor (faltan 2).

Agárrense que aquí es donde vienen las curvas. Isabel Franco tiene una enemistad pública con Ana Martínez Vidal (su compañera que se convertiría en presidenta de Murcia) y sigue siendo parte del Gobierno de López Miras, no como sus compañeros que han sido destituidos. Muchos se preguntan, ¿por qué no ha cesado el presidente del PP a la consejera de Ciudadanos que también ha presentado una moción de censura contra su persona?

Se daría por hecho que el voto de Isabel Franco, de Ciudadanos, fuese en contra de la moción, sumándose a PP y Vox. Ahora tenemos 21 votos en contra y 21 a favor. El primero en llegar a 23 gana.

En este peculiar bloque del no, dentro de Ciudadanos tendríamos también a Francisco Álvarez, quien se encontraría ideológicamente más cercano al PP. El diario ABC recoge declaraciones de fuentes del partido ‘naranja’ en la región que aseguran que tienen “bastantes dudas” de que los dos apoyen la moción de censura. Ahora tenemos 21 a favor y 22 en contra.

Dos diputados que pueden tirar por tierra los esfuerzos de Ciudadanos y PSOE

Ya solo quedan por dilucidar el sentido de dos votos en la moción. Hablamos de Valle Miguélez y de Alberto Castillo. En su mano está decantar para un lado o para otro el intento de la líder de Ciudadanos en Murcia y del PSOE de desbancar a los ‘populares’.

Ninguno de los dos se ha pronunciado en estos días. Alberto Castillo es el presidente de la cámara autonómica y salga o no salga la moción de censura, él seguirá en su cargo, por lo que no debería tener problema en apoyarla o en abstenerse. Según las fuentes consultadas, tanto Castillo como Valle Miguélez estarían muy unidos políticamente y su voto podría ir en el mismo sentido.

Quedan, presumiblemente, dos votos por decidir y López Miras tan solo necesita que uno de ellos vote en contra o se abstenga. Si de los 6 diputados autonómicos que tiene Ciudadanos 3 de ellos votan en contra de la moción o se abstienen, el PP seguirá controlando la región. Dos votos parecen claro para el sí, otros dos para el no y quedan en el aire dos más, de los cuales, uno podría tumbar la operación política que ha hecho temblar la relación de dos de los partidos más importantes del centro-derecha en España.