Un ex alto mando policial pregunta por qué se dejó abierto el suministro de gas tras la explosión del edificio parroquial
“Por protocolo y seguridad, cuando se produce una deflagración o explosión donde hay servicios de gas, los bomberos lo primero que hacen es cortar el suministro. ¿Por qué dejaron encendido el del edificio parroquial explosionado en Madrid”. Es la pregunta que comparte con AD un ex alto mando policial en la capital malagueña.
Aunque nuestra fuente no descarta que la deflagración se haya producido como consecuencia de una explosión de gas, cree también que hay algunos cabos sueltos que no han sido convenientemente aclarados. Entre ellos, por ejemplo, por qué los daños mayores en el edificio se produjeron en las plantas superiores cuando las calderas están siempre en los dótanos y en las plantas bajas por motivos de seguridad.
En este asunto, el ex alto mando policial concede la mínima credibilidad a los medios informativos y recuerda como en el 11-M se alteraron los hechos en la búsqueda de réditos políticos. “Solo es mi opinión”, nos aclara.
Nadie tocó las calderas
Sobre este asunto, el párroco de la Iglesia Virgen de la Paloma de Madrid, Gabriel Benedicto, ha afirmado que minutos antes de la explosión en el número 98 de la calle Toledo olía a gas en todo el edificio y que ninguno de los sacerdotes ni el electricista David Santos -uno de los cuatro fallecidos en el suceso-, tocaron las calderas del bloque, que pasaron su última revisión en enero del 2020.
Según han informado a Efe fuentes de la investigación, la juez ha pedido un informe a los agentes de la Policía Judicial de la Comisaría de Centro, que han tomado declaración por el momento a una decena de testigos.
Entre ellos, uno de los sacerdotes ha asegurado que llevaban días sin tener calefacción y pidieron ayuda a David Santos para arreglar uno de los radiadores que estaba en el sótano.
Los investigadores también han solicitado documentación de las instalaciones de gas en el edificio y de su mantenimiento. En total había 7 calderas de gas que pasaron su última revisión en enero del año pasado.
El párroco de la Parroquia Virgen de la Paloma de Madrid, Gabriel Benedicto, ha afirmado que minutos antes de la explosión olía a gas en todo el edificio y ha defendido que ninguno de los sacerdotes ni el electricista David Santos llegaron a tocar las calderas.
“Fuimos seis personas -añade- las que percibimos, en apenas unos minutos, un extraño olor a gas en cuatro puntos distintos: patio, planta cero, planta quinta y planta sexta. Pero no dio tiempo a nada más que a advertir ese olor”, destaca en un comunicado en la que reflexiona que fue un “lapso tan breve” que no fueron “conscientes de lo que estaba pasando”.
Esto huele tan mal cómo lo del terremoto de Granada.
Según se desprende de las informaciones publicadas, el edificio contaba con 7 calderas individuales. Lo que presupone que estaban instaladas en las viviendas de las plantas superiores, no en el sótano del edificio. Por consiguiente, ese es el primer punto fundamental a aclarar, ya que es el Esquema de Principio de funcionamiento de todas las posibles instalaciones de gas con que contaba el edificio. Tal como ya señalé en otros comentarios sobre esta misma noticia, el posible escape o fuga de gas, puede haberse producido en algún punto próximo a la acometida en la zona del sótano ya que no… Leer más »
Tranquilos, si haya alguna prueba de que no fue lo que dicen, ya habrá sido destruida con celeridad y bien instruidos los funcionarios para que no digan ni pio y mientan como bellacos. tres capas de calzoncillos, ¿les suena?