La extrema izquierda desata la cristianofobia en Estados Unidos.

Mientras los grandes medios de comunicación demócratas plantean un escenario en donde los grupos supremacistas blancos son actualmente la principal amenaza para los Estados Unidos, los grupos de extrema izquierda continúan radicalizándose de cara a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

La pasada semana, el Buró Federal de Investigaciones arrestó a 13 personas que formaban parte de una milicia anarquista que tenía planeado secuestrar a la gobernadora demócrata del Estado de Michigan, Gretchen Whitmer.

En esa misma semana, más precisamente el sábado 11 de octubre, un votante del presidente Donald Trump fue asesinado a sangre fría por un terrorista del grupo de ultra-izquierda Antifa en una movilización en apoyo al Presidente en la ciudad de Denver, Colorado.

Esta vez, una nueva investigación del grupo Project Veritas nos sumerge en las filas de las organizaciones de extrema izquierda afiliadas al Partido Demócrata del Estado de Colorado, lugar donde asesinaron al votante de Trump.

La investigación, que cuenta con entrevistas, cámaras ocultas y testimonios exclusivos, describe el funcionamiento de Our Revolution, una organización de extrema izquierda fundada en 2016 por el senador y ex pre-candidato a presidente por el Partido Demócrata, Bernie Sanders.

Sanders, un confenso comunista, financia a esta organización denominándola bajo el estatus legal de Comité de Acción Política (PAC por sus siglas en inglés).

El eslógan de campaña de Bernie Sanders este año fue “Our Revolution” (“nuestra revolución”), coincidente con el nombre del violento grupo que patrocina.

Our Revolution posee varios miembros que abogan por la violencia y el asesinato de votantes republicanos para llegar a sus objetivos, tal como lo muestra la investigación de Veritas.

Uno de los casos más resonantes es el de Kristopher Jacks, Presidente de la facción de Our Revolution en el condado de Weld, Colorado, quien habla en representación de la misma en una entrevista.

Jacks, miembro importante del Partido Demócrata en Colorado, amenaza y desmerece a los integrantes de su propio partido, señalándolos como muy ”moderados” y asegura que, si el candidato demócrata Joe Biden es electo como Presidente, esta victoria será usado por él y por sus compañeros revolucionarios como una ventaja para adentrarse aún más en la política.También lanza una señal de advertencia, afirmando que si alguna medida de una hipotética presidencia de Biden les disgusta, saldrán a las calles inmediatamente y presionarán para revertirla.

A su vez, en el caso de que el actual presidente Donald Trump sea reelecto, Jacks afirma que sus compañeros están preparados para ejercer violencia contra los sectores de derecha y contra los votantes del Presidente. El militante de ultra-izquierda también detalla que la reelección de Trump es vista como un punto de inflexión, en el cual estas organizaciones mostrarán su verdadera faceta de una vez por todas.

Los miembros de Our Revolution comparan el momento que se vive actualmente en Estados Unidos como una etapa cercana a una guerra civil y aseguran que deben existir milicias de izquierda radicalizadas y militarizadas para hacer frente a las ideas de derecha.

Una de las alocadas propuestas frente a un escenario como el anteriormente planteado es la de liberar a los prisioneros que hayan sido detenidos por el Servicio de Control de Inmigraciones al querer entrar al país ilegalmente y están aguardando su deportación. Con este método, según afirman los anarquistas de Our Revolution, la derecha no tendría otra opción que aceptar una guerra civil en suelo americano contra las facciones de izquierda.

Otra de sus descabelladas propuestas consiste en un método empleado y popularizado por las guerrillas comunistas latinoamericanas de la década del ’70: el secuestro, desaparición y posterior asesinato de personas relacionadas al mundo empresarial y político. La práctica consistiría en secuestrar aleatoriamente a millonarios con el fin de asesinarlos y ”mandar un mensaje a la sociedad”. Las amenazas fueron dirigidas a personas como Jeff Bezos, Bill Gates, Dick Cheney y George H.W. Bush.

A principio de año, en el lanzamiento de campaña de políticos demócratas locales de Colorado, Our Revolution y su líder aseguraron que harán todo lo posible para ganar estas elecciones.

”Voy a mentir, voy a robar y voy a cometer fraude. Porque esto es moralmente aceptable en este ámbito político. Absolutamente.”

Posterior al lanzamiento del video por parte de Project Veritas que expone las intenciones asesinas de esta agrupación, Kristopher Jacks eliminó su cuenta de Linkedin, en donde figura que trabaja para CenturyLink, una empresa de telecomunicaciones y servicios informáticos, la cual de todos modos suspendió a Jacks tras la publicación del video.

Miembros de Black Lives Matter queman bandera de Estados Unidos

Por su parte, el Partido Demócrata del condado de Weld cortó todo vínculo con Jacks luego de escuchar sus declaraciones y decidieron removerlo de sus páginas de internet y de sus redes sociales, lo cual haría pensar que fue expulsado de dicho partido.

Manifestante de Black Lives Matter (Archivo)

El representante del Partido Republicano por el Estado de Colorado, Ken Buck, cruzó fuertemente al líder demócrata local, Ike McCorkle, luego de que McCorkie participara meses atrás en una recaudación de fondos con Our Revolution y se diera la mano con Jacks.

Allí, el republicano Buck le pidió que devuelva hasta el último centavo de esa recaudación debido a que su vínculo con un líder de una organización terrorista representaba una desgracia para el Partido Demócrata.

Según James O’Keefe, líder de Project Veritas, las grabaciones que formaron parte de la investigación ya están en manos de la Policía de Denver y se espera una decisión sobre el caso en los próximos días.