El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) da por desaparecido al último representante de la población de osos de los Pirineos. Se ha acusado de su extinción a los gobiernos de España y Francia.

FAPAS aseguró “dar por extinguida” la población de osos autóctonos del Pirineo que habitaba en la región desde hace miles de años. En un comunicado oficial la asociación informa de que no tiene señales de Camille, el último ejemplar de la especie propia de la zona, desde febrero de este año. Afirman que todos los intentos por parte de los equipos de vigilancia de los Pirineos de localizar a la osa han fracasado, por lo que Camille, de edad avanzada y últimamente enferma, se da formalmente por muerta.

La organización apunta a los gobiernos español y galo como “los causantes” de la desaparición de la especie. Los ecologistas acentúan que “la aportación de recursos económicos de varios gobiernos” y “los muchos millones empleados en la conservación del oso pardo” en realidad “no han servido de nada”. Para ellos, la desaparición de la osa es una prueba del fracaso total de las autoridades en la protección de la biodiversidad.

Los Pirineos todavía cuentan con unos pocos ejemplares de osos, pero se trata de otra especie, la que proviene de las reintroducciones llevadas hace años con ejemplares de Eslovenia.