Carlos Iturgaiz y Pablo Casado.

El recuento de votos en el País Vasco ha dado una alegría a PP+C’s: tras confirmarse el recuento del CERA y las decisiones de la Junta Electoral ante las reclamaciones de los ‘populares’, la unión de PP y C’s logra su sexto diputado y resta uno a Bildu, que pasa de 22 a 21 sillones. La consecuencia de este pequeño paso para los de Iturgaiz es un gran paso -pero hacia atrás- para los de Bildu: con 21 votos, los proetarras ya no pueden sumar con los 10 escaños de PSOE-PSE y los 6 de Podemos. Y, por lo tanto, no podrán presionar al PSOE de Pedro Sánchez para expulsar al PNV del Gobierno vasco y sentarse los proetarras en el principal sillón vasco.

El nuevo diputado de PP+C’s va a manos de Luis Ignacio Gordillo, de la formación naranja.

El PP había obtenido cinco diputados en el País Vasco con un total de 60.299 votos, según el primer recuento. Por delante suyo había quedado Podemos, con 6 escaños y una suma de 71.759 papeletas. Pero el PP señaló desde el primer momento que quería recuperar el sexto escaño que mantuvo hasta los compases finales del recuento lleva a cabo durante la jornada electoral del domingo. Por ello reclamó la revisión de meses, especialmente, en las urnas de Vizcaya.

El partido liderado allí por Carlos Iturgaiz consideraba que, como ya había ocurrido en el pasado, era probable que se hubieran quedado papeletas sin contabilizar de forma correcta. Dicho de otra forma: era probable que las mesas más radicales hubieran decidido que algunas de las papeletas ‘populares’ no eran bienvenidas. Se ha vuelto a demostrar que la sospecha no iba desencaminada.

Hay que recordar que prácticamente finalizado el recuento electoral en el País Vasco fue cuando el sexto diputado de los de Iturgaiz cambió de manos. Y lo hizo para sumar uno más a Bildu, que escaló desde 21 hasta 22. Ese diputado, además, era el que permitía a los proetarras soñar con gobernar el País Vasco de la mano de socialistas y podemitas. Porque gracias a ese escaño sumaban 38 -mayoría absoluta- entre las tres formaciones.

Un escaño más, además, permite mejorar el resultado al PP vasco, que al cierre de la jornada electoral dio explicaciones de una caída en el voto: desde los 9 escaños de 2016, pasaba el partido azul a 5. Ahora presenta un cartel con seis diputados, por encima de muchas encuestas.

Hay que recordar que los recuentos mesa a mesa ya habían traído consecuencias positivas para el Partido Popular en el País Vasco. En las últimas elecciones generales, de hecho, gracias a esa exigencia, los ‘populares’ logran su escaño número 89: precisamente tras el recuento del voto exterior y de las mesas electorales de Vizcaya, donde se habían detectado algunos errores, por decirlo de alguna manera diplomática. Y es que los errores siempre eran para perjudicar a las formaciones constitucionalistas.

El recuento provocó, además, una noticia negativa para los separatistas, porque el PNV perdía de esa manera su séptimo escaño en el Congreso, permitiendo que la ‘popular’ Beatriz Fanjul entrara como diputada en el Congreso y forzando a Pedro Sánchez a retratarse: tuvo que investirse con permiso de los proetarras de Bildu. El escaño se lograba tras superar en los restos a los nacionalistas.

De esta forma, el partido de Andoni Ortuzar quedaba con seis asientos en el Congreso, y no los siete iniciales. El PP no había obtenido representación en el País Vasco hasta el recuento, con lo que este escaño, además, tenía un gran simbolismo para los ‘populares’.