Los rinocerontes blancos del norte están en peligro de extinción pues durante años han sido arrasados por cazadores humanos. En la actualidad quedan tres ejemplares en todo el mundo y de ellos solo uno es macho.

Sudán, el macho, es la pareja de Najin, la hembra adulta madre de Fatu, hija de ambos que ya tiene 15 años.

Todos habitan en la reserva Ol Pejeta Conservancy ubicada en Kenia, donde son protegidos las 24 horas del día por soldados armados, para impedir que los traficantes y cazadores puedan matarlos.

El mayor problema para continuar reproduciendo la especie es que Sudán ya tiene 42 años, edad muy avanzada para un rinoceronte, y además tiene muy baja producción de esperma.

Los expertos creen que probablemente Sudán ya no sea capaz de montar a su pareja e incluso si lo lograra puede que la hembra no quede preñada, pues Najin se encuentra muy débil físicamente, por lo que sus condiciones para la reproducción han disminuido y quizás ni siquiera pueda soportar el peso de su pareja encima.

Los científicos no desisten en la intención de salvar la especie por lo que están analizando la opción de que uno de los tres animales se aparee con un rinoceronte blanco del sur. Aunque si bien ambas especies lucen similares, genéticamente son muy diferentes, por lo que una cría de esa unión no sería 100% un rinoceronte blanco del norte.

Otra variante es realizar una fertilización in vitro, método que está siendo estudiado por los investigadores que aún no se han declarado listos para realizar el procedimiento.