Soros saluda a Clinton en una cena de gala tras la toma de posesión de Obama.

Llamaba hoy el periodista norteamericano Steve Sailer la atención sobre la paradoja de que una mujer que cobra casi un cuarto de millón por conferencia sea incapaz de llenar a medias un aula cuando habla gratis. Naturalmente, Sailer no es idiota y entiende que lo que paga Goldman u otras sociedad financieras no es precisamente la charla, sino que el pago es, como se dice en el mundillo, ‘pay to play’, un pago a cambio de acceso privilegiado al poder.

Hay, después de todo -por seguir citando a la candidata demócrata- “una opinión privada y otra pública”, y así como todavía el año pasado Hillary defendía públicamente reforzar la frontera con México y deportar ilegales, a puerta cerrada ante una audiencia escogida de directivos de Goldman Sachs ya en 2013 afirmaba que los americanos que quieren limitar la inmigración son “fundamentalmente antiamericanos”, según la filtración de WikiLeaks.

Si Clinton tiene razón, Estados Unidos es un país poblado de antiamericanos, porque según datos de Pew Research Center, 83% de los electores querría ver reducidos o congelados los niveles de inmigración.

Clinton hacía referencia en su discurso a la propuesta Rubio-Schumer de ese año, que respaldaba y que habría otorgado inmediata amnistía y, con el tiempo, la nacionalidad a millones de indocumentados, pese a los niveles de inmigración récord que vivía el país.

En otro de sus discursos en Goldman, Clinton admite que el actual sistema político está diseñado para proteger las maquinarias de los partidos, y sugiere reelaborar el reglamento del Senado para neutralizar la oposición al Partido Demócrata, confesando como de pasada que los cargos electos tienden a no tener entre sus prioridades “los intereses del pueblo”.

En un discurso privado, el CEO de Goldman Sachs, Llyod Blankfein, preguntó a Hillary si no valdría la pena deshacerse del actual sistema político e ir a uno parlamentario. Clinton responde reconociendo que el sistema actual es “disfuncional” y se mostró partidaria de cambiar las normas del Senado de modo que un grupo de republicanos no pueda paralizar la confirmación de los nombramientos presidenciales.

Mientras, Wikileaks informa de que un ‘agente estatal no identificado’ ha cortado su conexión de Internet de la Embajada de Ecuador en Londres.