Ali-Alosaimi

Si la situación en el Reino Unido no fuese tan grave daría para un macabro chiste. Cierto personaje austriaco se debe estar tronchando de risa en el más allá al ver el resultado de “la victoria, la victoria a toda costa” que anunció Winston Churchill mientras se entregaba con Eisenhower a una de sus habituales orgías de alcohol. Insistimos, para desternillarse de risa si la situación no fuese tan seria y no nos comprometiese también a nosotros.

Un oficial británico de origen kuwaití, Ali-Alosaimi, quien se formó en una de las más prestigiosas academias marítimas de Gran Bretaña, desertó y huyó a Siria para unirse al grupo terrorista del Estado Islámico (ISIS por sus siglas en ingles).

Según una investigación periodística del diario Daily Mail, los expertos de defensa británicos advirtieron que la deserción de Aloisaimi abre un riesgo de ataques terroristas nunca vistos antes dada la preparación y el entrenamiento del oficial, que conoce las rutas de naves de transporte de pertrechos militares como de petróleo y gas.

El ministerio de defensa británico, luego de reconocer el hecho sucedido el año pasado, advirtió anoche que las habilidades de Ali Alosaimi, de 28 años de edad, y el conocimiento exhaustivo que dispone de la flota de transporte marítimo de la nación representaban una amenaza aterradora para la seguridad en el mar.

El Daily Mail se pregunta “¿qué es lo que está sucediendo en occidente con la radicalización de los individuos? ¿Por qué otras personas que han sido víctimas de atrocidades no se han convertido en terroristas? y ¿Por qué la versión del Islam a través de Internet es mucho más potente que la versión supuestamente benigna que se nos dice se enseña en las mezquitas Occidentales?”.

Ante estos hechos, algunos medios de Gran Bretaña están denunciando que esta deserción es una amenaza a la seguridad nacional grave y hasta exacerban las islamofobia planteando que la fuga de Alosaimi debería abrir un interrogante sobre si no deberían establecerse evaluaciones adicionales antes de la incorporación de musulmanes a las fuerzas armadas.

El Estado Islámico ha amenazado tiempo atrás con atacar en cielo y mar. De hecho, el derribo del avión de pasajeros rusos en el Sinaí el año pasado marcó la primera operación de esa naturaleza por parte del grupo terrorista. Hoy existe la preocupación de que los militantes traten de llevar el terror a los mares atacando barcos y transbordadores con la captación de expertos y oficiales de marina de distintos países, como el caso de Ali-Alosaimi.

Combatientes del Estado Islámico

El ex jefe de la Marina Real, almirante Lord West, ha declarado a la televisión británica que “alguien con el conocimiento de Alosaimi abre una nueva área en la que el terrorismo puede causar enormes daños y reales catástrofes. Él conoce a la perfección sobre la seguridad de un buque, sabe cómo es la planificación de una ruta, los tiempos y puertos de carga y descarga de materiales y todo lo ateniente a las comunicaciones”.

Lo que se sabe de Aloisimi, es que ha nacido en Kuwait, vivió en South Shields y, antes de ingresar a la marina mercante británica, trabajó para la compañía petrolera estatal de Kuwait.

La mayor preocupación de la seguridad inglesa radica en que el marino ha tenido acceso a las rutas de los buques mercantes, cuyas cartas de navegación son fiscalizadas por el Ministerio de Defensa. Estos buques son utilizados para el transporte de suministros militares y otras cargas vitales para la seguridad nacional.

Gavin Simmonds, director de seguridad de la Cámara de la Flota Mercante del Reino Unido, dijo: “Un individuo como él, con tres años de experiencia en la marina, sería de mucha utilidad para una organización terrorista con la intención de ejecutar ataques devastadores pues existe un riesgo ambiental significativo si los terroristas atacaran en el mar un buque mercante con carga de petróleo o si intentaran un atentado en un puerto contra una nave que trasporte gas a gran escala, que sería una catástrofe de magnitudes”.

Para Lord West, “el mayor peligro sería la adquisición de un contenedor de gas natural licuado por parte de los terroristas. Esto es altamente inflamable y puede causar una explosión muy grande en un puerto y cobrar la vida de cientos de personas”.

West agregó que “Gran Bretaña y los EE.UU. deberían estar preocupados por esto y disponer sus recursos de contrainteligencia a tiempo completo para encontrar y neutralizar a Alosaimi”.

Un ex compañero de Alosaimi en South Shields dijo que “se radicalizó viendo videos de los crímenes cometidos en Siria por las tropas del presidente Bashar Assad”. El amigo, que no quiso ser identificado, explicó que “se fue a Siria porque estaba enojado por los crímenes de Assad”. Su compañero, también musulmán, agregó que “todos los musulmanes están molestos con Assad y sus crímenes de guerra, pero no todos actúan como Ali lo hizo, marchando a combatirlo. La Internet fue suficiente para que él decida alistarse en el ISIS”.

La familia de Alosaimi en Kuwait dijo que “se radicalizó en el último año y que lo notaron cuando empezó a predicar por Skype a los adolescentes de la familia, instándoles para que se unan a derrocar al tirano sirio”. Hasta entonces, “era un típico oficial mercante ingles donde nada hacía presumir que su decisión sería unirse al ISIS”.

De acuerdo con declaraciones de su tío, “el hermano menor de Alosaimi, de nombre Abdullah, de 19 años, vivía en Kuwait. Abdullah resultó muerto en combate en Siria y ese fue el punto de inflexión”. El tío, también llamado Ali, declaro que “parecía un hombre cambiado después de la muerte de su hermano. No habló más con nadie como lo hacía antes. Se conectaba a internet para llamar a su familia, pero cada quince días. Su última visita fue a mediados de 2015 y ya no supimos de él hasta que la familia recibió un mensaje de WhatsApp, cifrado en lengua árabe, siete meses más tarde. El mensaje decía que estaba en Siria con el ISIS y que iba a ir al cielo. No sabemos si está vivo o muerto hoy”.