Derek Nash y su hijo

Los padres de Alex Nash, un niño británico de cinco años, todavía no se lo creen. La madre de uno de sus amigos le coló en la mochila una factura de 15,95 libras, unos 20 euros, por no haber asistido a un cumpleaños al que previamente había dicho que iba a ir. Además, en la nota se podía leer que si no pagaban esa cantidad de dinero, tendrían que ir a juicio.

Derek Nash y Tanya Walsh, así se llaman los padres del pequeño ‘infractor’, encontraron un sobre marrón en la mochila de su hijo en el que había una factura de ‘no comparecencia’ enviada de parte de Julie Lawrence, la madre de un compañero de clase. Este tipo de documentos suelen ser habituales en hoteles o restaurantes de lujo, que cobran a aquellos clientes que hayan reservado pero que no hayan avisado con suficiente antelación que no se iban a presentar.

La fiesta infantil se celebró el pasado mes de diciembre en una pista de esquí artificial situada en las afueras de la ciudad inglesa de Plymouth. En un primer momento, Derek y Tanya confirmaron la presencia de su hijo, pero el pequeño no pudo asistir a la cita porque ese día lo pasó con sus abuelos. Los padres no pudieron avisar de que no iba, porque según argumentan, no tenían ni el teléfono de Julia ni su dirección de correo electrónico. Además, después de navidades intentaron contactar con la madre del homenajeado para disculparse, pero no pudieron dar con ella.

Según el señor Nash, en declaraciones a la BBC, “se trata de una factura completamente legal, con el número de cuenta de la madre. Entiendo que pueda estar molesta por perder dinero, pero esa no es la forma de solucionar este asunto. Ella no nos está tratando como adultos. Lo hace como si fuéramos niños que tuviéramos que obedecer a lo que ella dice”, remata el hombre.

Después de recibir la factura, Derek Nash se dirigió a la casa de Julia Lawrence para comunicarla que no iba a pagar, y no porque le pareciera mucho dinero, sino porque considera que esa no es la forma más adecuada de enfocar el problema. Julia, por su parte, se limitó a recordarle que podría llevarle a juicio por no pagar la deuda.

En Inglaterra y Gales, sus ciudadanos pueden acudir a un juzgado para reclamar deudas de este tipo, siempre que no excedan las 10.000 libras (poco más de 13.000 euros), sin necesidad de contratar a un abogado. Estos casos se dirimen en el denominado ‘small claims court’ (proceso monitorio en España).