Los expertos del FMI creen que los portugueses pueden pagar tarifas moderados mucho más elevadas en el Servicio Nacional de Salud (SNS) con el fin de ponerse al día con su “consumo excesivo” de la atención y argumentan que las actuales excepciones deben ser revisadas. Proponen también reducir el alcance de la atención ofrecida por el Estado, como la idea que apareció en el programa electoral del PSD.

Los precios moderados son “relativamente reducidos” y la mayoría de la población está exenta de ello, recordando que es posible que los costes sean de hasta un tercio del valor del servicio, respetando los límites constitucionales. Esto significa que las urgencias en un hospital central, las tasas podrían duplicarse, llegando a alrededor de 40 euros ya que el precio de la atención es 121.81 euros. En la práctica, sería más barato utilizar algunos hospitales privados, que recientemente han bajado sus precios para atraer a más pacientes.

Las tasas moderadas se han incrementado sustancialmente en el 2012. Más del doble en las salas de emergencia de los hospitales y en centros de salud, tal como se refleja en la demanda de estos servicios (entre octubre de 2011 y octubre 2012 hizo casi menos de 500 mil personas en las salas de emergencias y menos 911.000 consultas en centros de salud).

Los expertos del FMI creen, sin embargo, que podemos ir más allá. Teniendo en cuenta que más del 50% de la población está exenta del pago de tasas en el NHS (por insuficiencia económica) y en otras franjas de la población también (como los niños de hasta 12 años ” independientemente de los ingresos de sus padres”), constatan que las tasas representan menos del 2% del gasto total, 160 millones de euros en 2012.

La introducción de tarifas más altas para la atención médica “no esenciales” es otra de las sugerencias contenidas en el informe. Estas propuestas han desencadenado una ola de repudio de los movimientos de los usuarios del SNS, dirigentes políticos y jefes de organismos y sindicatos médicos, que ya hablan de “americanización” del sistema de salud portugués.

“Con la subida de tarifas a los usuarios por 20 euros, tuvimos un 10% de disminución en la sala de emergencias”, calcula el presidente del Consejo de Administración del Centro de Porto, Sollari Allegro, que no ve con buenos ojos un nuevo incremento de esta dimensión “porque la población portuguesa está empobrecida”.

Aunque admite que el gasto público en salud “se ha reducido sustancialmente” al 6,5% del PIB, los expertos del FMI creen que sin nuevas reformas, el gasto público en salud crecerá entre 2,5 a 4,6 puntos porcentuales del PIB entre 2010 y 2030, “significativamente por encima del promedio de las economías desarrolladas.”

Otra propuesta consiste en la eliminación gradual de los subsistemas de salud pública (como ADSE), que se incluirían en el SNS. El memorando de entendimiento con la troika ya prevé que se convierta en auto-sostenible para el año 2016, sin embargo, poco se ha hecho en este nivel.

Otra área en la que los funcionarios del FMI creen que es posible ahorrar más en gastos, son las horas extras de los médicos, que sigue siendo importante, a pesar del acuerdo alcanzado con los sindicatos en 2012 y que entró en vigor este mes. “El problema está resuelto, el informe está actualizado a este nivel”, dijo el secretario general del Sindicato Independiente de Médicos, Roque da Cunha.

El sindicato estuvo de acuerdo, sin embargo, en que la proporción de médicos y enfermeras en el SNS es insuficiente, como ha señalado los expertos del FMI (tenemos 3,8 médicos y 5,7 enfermeras por cada mil habitantes, mientras que el promedio de la OCDE es de 3,1 médicos y 8,7 enfermeras). Una solución podría implicar la creación de la figura de la enfermera de la familia que ya está siendo considerado por el Ministerio durante un tiempo y debe moverse pronto. El miércoles, la oficina del Ministerio de Salud se negó a comentar sobre el documento, que sólo considera como “una pieza para el debate público.”