Morante y su paso por Madrid
La cuadrilla del Búcaro.- Por alusiones, creo que debo de dar mi opinión del paso de Morante por Madrid, aunque tampoco era necesario después del reguero de escritos en prensa y redes sociales.
Morante, en uno de los mejores San Isidro que se le recuerdan, ha cuajado la mejor faena del ciclo, en un año con pocas cosas destacables, a su primer toro en la corrida de la Prensa. Faena de artista en plenitud mal rematada con los aceros. La polémica de la oreja no concedida me da un poco igual; lo visto en el ruedo supera cualquier apunte contable.
En la Beneficencia, Morante cuajó una faena importante en su primero, sin llegar a las cotas del primero de la Prensa, pero de alto calado y torería. Y en su segundo, una buena faena de rango menor con un toro de escaso poder.
Madrid quería sacar al Genio de la Puebla a hombros y encontró el día propicio. Excesiva o no, me molesta poco, la euforia del tendido mayoritariamente lo solicitaba. El que paga es soberano y dueño de sus sensaciones. La deuda histórica de Morante y Las Ventas ha quedado saldada. El impacto mediático del suceso no le viene nada mal a La Fiesta, aunque el ganado lidiado las dos tardes merezca un debate aparte.
Morante conquista Madrid, en una plaza donde se le espera y quiere más que en Sevilla. En futuros encuentros el público madrileño lo medirá con menos euforia, pero eso será otra historia.