En España empieza a amanecer
Es difícil ver el renacimiento entre tanta pestilencia, pero ese renacer existe en España. A pesar de la podredumbre gubernamental, los abusos del poder, las corrupciones en las altas esferas, la inflación de fontaneros corruptos y mentirosos oficiales y las muchas medidas que se adoptan contra la decencia y el respeto constitucional, en España avanza la regeneración y empieza a amanecer.
La “Ley del Péndulo” está funcionando en España y la sociedad española, postrada y envilecida por el sanchismo, empieza a caminar hacia la regeneración.
Es difícil todavía ver el cambio con claridad, pero hay signos evidentes de que en la España oscura y apestosa del socialismo sanchista se está limpiando.
La resistencia de los jueces honrados ante el asalto del sanchismo a la Justicia es regeneración, como lo son también las pitadas y abucheos al dictadorzuelo Sánchez en las calles de España, la victoria de la oposición en las autonomías y la rotunda derrota del gobierno y su relato pervertido en las redes sociales y la opinión pública.
La ciudadanía está saturada de escándalos políticos y siente demasiado asco ante el comportamiento de los que gobiernan. La mayoría de los jóvenes ya no votan a la izquierda y se inclinan hacia el otro extremo. Son los primeros síntomas del renacer de la patria.
La Ley de Péndulo sigue rigiendo la Historia de la Humanidad. Después de la podredumbre y del vicio siempre llegan la regeneración y la virtud. Después de la tiranía se impone la libertad.
Detrás de un sinvergüenza gobierna un defensor de los valores. Después de un canalla en la Moncloa, llegará al gobierno una persona más limpia y decente. El bien siempre sucede al mal y Dios siempre resucita después de que los hombres lo hayan matado.
Los marxistas llaman “dialéctica” a esos procesos que hacen que el mundo oscile y cambie constantemente, ya sea hacia el bien o hacia el mal.
Si esa ley existe, detrás de Pedro Sánchez, uno de los peores y más corruptos políticos de la Edad Contemporánea, tiene que llegar al poder una especie de santo que ame a su patria, a la democracia y a sus ciudadanos.
El Primer Ministro de Hungría, Viktor Orban, anticipa el resurgimiento al afirmar que Europa volverá a ser grande con la cultura cristiana, con sus calles seguras y sus naciones orgullosas.
La ley del péndulo es una metáfora filosófica y social que sugiere que los eventos y las condiciones humanas tienden a oscilar entre extremos opuestos, como un péndulo que se mueve de un lado a otro antes de encontrar un equilibrio. Según esta idea, después de períodos de adversidad, sufrimiento o “mal”, la tendencia natural es que surja un cambio hacia el “bien”, como una reacción a las dificultades. Este concepto se basa en la observación de ciclos históricos y sociales, donde los momentos de crisis o injusticia suelen dar paso a etapas de recuperación, esperanza o mejora, impulsadas por la resiliencia humana y la búsqueda de un estado más armónico.
En el contexto político y social, la ley del péndulo se manifiesta en la alternancia entre sistemas opresivos y períodos de mayor libertad. Después de la tiranía, caracterizada por el control, la represión y la injusticia, suele surgir un movimiento hacia la emancipación y la libertad, ya sea a través de revoluciones, reformas o cambios culturales. Este fenómeno puede observarse en numerosos ejemplos históricos, como el paso de regímenes autoritarios a democracias, o la liberación de pueblos tras largos períodos de opresión. La tiranía, al generar descontento y resistencia, crea las condiciones para que las sociedades busquen restablecer derechos y valores fundamentales.
Sin embargo, la ley del péndulo no implica un progreso lineal ni un equilibrio permanente. Así como el mal puede dar paso al bien, el exceso de libertad o prosperidad puede llevar a nuevos desequilibrios, como la complacencia o el abuso de poder, iniciando otro ciclo. Esta oscilación constante refleja la naturaleza dinámica de las sociedades humanas, donde el cambio es inevitable, pero no siempre predecible. La ley del péndulo invita a reflexionar sobre la paciencia y la esperanza en tiempos difíciles, recordando que los extremos tienden a corregirse, aunque el proceso puede ser lento y complejo.
Con Pedro Sánchez, el péndulo ya ha llegado al extremo de la perversión y el vómito. Ya hasta los ministros mienten al pueblo e inventan magnicidios falsos.
Lo lógico es que en esta España atormentada por la corrupción y el vicio de sus políticos, ya esté amaneciendo.
HAY mucho ignorante… la idiocia es infinita
Si. En España empieza a amanrcer….y volvera a reir la Primavera….
Esta víbora no se va ni a patadas.