La plegaria
Pedro Sánchez, en su afán de dignificar a la sociedad española, ha establecido dos clases de españoles: los buenos y los malos. Y ha construido un muro, para separar al trigo de la paja. Es decir, a los buenos de los malos. Naturalmente, como no podía ser de otra manera, él es la bondad personificada, y consecuentemente, el líder de todos aquellos que, persuadidos por los postulados de su discurso, lo apoyan desde el gobierno, desde los diversos medios de comunicación y desde las urnas.
Los que están con él, al parecer, son los verdaderos ciudadanos, instalados en la auténtica ciudad, en cuyo ámbito privan la defensa de la bondad, la decencia, la coherencia, y la pulcritud. Los demás, están situados extramuros, en los suburbios, en los arrabales, de tan ideal habitat y representan la indigencia moral, social y de toda clase; y lo peor: la barbarie.
¿No es enternecedor? ¿Cómo no apoyarlo? ¡Ahí es nada la defensa de tan noble causa!
Pero, oiga, ¿y todas esas cosas tan negativas que se dicen de él? ¿De todo eso, qué? ¿Qué hay de verdad? Nada. Puro cuento de los del otro lado del muro.
No me diga que los malvados han sido capaces de fabricar todos estos bulos: que si está como un pelele en manos de sus socios; que, además de su mujer y hermano, están implicados e investigados por presuntos delitos; “su” Fiscal General del Estado, y su mano derecha de partido y de gobierno, señor Ábalos; que si ignora al Parlamento, sede de la soberanía nacional; que si la política en España la dirige un prófugo de la justicia, desde Bruselas; que si está destruyendo la estructura política y poniendo en peligro la configuración del Estado Español y su dignidad; que si ha caído en la indignidad con sus socios de gobierno; que si miente más que habla… Todo eso ¿qué? ¿Qué hay de verdad? Nada. Le repito, puro cuento de los del otro lado del muro. Por algo son los malos. Además, como son retrógrados y torpes, no han entendido a la progresía que representamos los de acá del muro. Es propio de la maldad y de los malos que pululan en ella, ser unos auténticos especialistas en fabricar relatos falsos y bulos.
Le voy a explicar, aunque sea a riesgo de alargarme, para que le quede claro, y así poner de manifiesto y poder desenmascarar la tergiversación y manipulación que ha conseguido hacer la fachosfera, de este hombre de honor, íntegro, cabal, de palabra y bondadoso, que es Pedro Sánchez.
Aunque parezca ser cierto que su mujer y su hermano han podido salir favorecidos, por haberse aprovechado de su cargo de Presidente del Gobierno, el caso es que nadie ha sabido entender el significado último de tal aprovechamiento. Eso se ha hecho, no con la idea de favorecerse ellos mismos, sino de favorecer la imagen de la familia del Presidente del gobierno de la nación española, de cara al exterior.
¿Cómo va a ser igual un presidente de gobierno con una familia de personas con meros trabajos normales, que tener una esposa catedrática, aunque de escasa cultura? ¡Qué más da! Lo importante es la imagen de cara al exterior. Y cómo va a ser igual tener un hermano, que solo sea director de orquesta a que sea Director de la Oficina de Artes Escénicas. Aunque no sepa dónde está ni para qué existe tal oficina. Repito, lo importante es la imagen de cara al exterior. Un Presidente de gobierno, como Pedro Sánchez, guapo y resultón, debe tener un entorno familiar, acorde con semejantes atractivos.
Oiga, pero a Adolfo Suarez, también, hombre guapo y aparente, que, además realizó la ingente tarea de cambiar el régimen político español anterior por el vigente, no se le ocurrió favorecer a nadie de su familia. Además, el señor Suárez, siendo agraciado físicamente, se le notaba porte, señorío y distinción. En cambio, Cayetana, usando un tono peyorativo, define al señor Sánchez, como “galán de tranvía”, que, por lo menos para mí, tiene connotaciones de “merdellón” (etimológicamente, proviene del latín merda) Vamos a ver: si usted no conoce los apellidos de Cayetana, yo le diré que son apellidos de la aristocracia; y, fascista ella, quiere imponer las cursis formas de las elites ¿Cómo ha viajado el pueblo siempre?: en tranvía; pues él tiene que estar siempre con el pueblo y ahí lo tiene usted: ¿clarísimo, no?
¡Oiga, pero si también se le acusa, y con razón, porque lo está haciendo a la vista de todos, de continuar con la tradicional conducta injusta de todos los dirigentes políticos, que le han precedido (menos Rajoy) de favorecer a Cataluña! Y que, a mayor abundamiento, eso fue puesto de manifiesto por Stendhal, que, por ser de nacionalidad francesa, se le supone neutral y que ya, en el siglo XIX, refiriéndose a los catalanes, decía: “Estos señores quieren leyes justas, a excepción de la ley de aduana, que se debe hacer a su gusto. Los catalanes piden que todo español que hace uso de las telas de algodón pague cuatro francos al año, por el solo hecho de existir Cataluña. Por ejemplo, es necesario que el español de Granada, de La Coruña o de Málaga no compre los productos británicos de algodón, que son excelentes y que cuestan un franco la unidad, pero que utilice los productos de algodón de Cataluña, muy inferiores, y que cuestan tres francos la unidad”.
Otra más de los fascistas, que, repito, como son analfabetos, no han sabido entender, en su verdadera dimensión, que el trato a Cataluña, no es tal favoritismo. Es cuestión de justicia. Mire lo que decía el brillantísimo filósofo catalán Francesc Pujols, hace ya años: “llegará un día en el que los catalanes, por el solo hecho de serlo, iremos por el mundo y lo tendremos todo pagado”. Bueno, pues ese día, ya ha llegado. Y los de la derecha, sin enterarse; porque, ellos, torpes de ellos, como siempre: pillando moscas.
Pero, bueno, este hombre es genial, no hay manera de pillarlo. Lo tiene todo previsto. Aun reconociendo todo lo que ha dicho hasta ahora, sin embargo, hay algo que es difícil de desmentir: intelectualmente, Pedro Sánchez, da poco de sí. El hecho de que el libro en el que cuenta algo tan personal, como es la historia de su vida política, se lo hayan tenido que escribir, no dice mucho en su favor.
Y otra cosa más, peor aún que esa: su discurso y sus formas parlamentarias, son, intelectualmente hablando, raquíticas: “fachosfera, fascistas, progres, maquinas del fango”. Esa es la base de su discurso parlamentario. ¡Vaya una manera de dirigirse a un electorado que se supone está conformado por la intelectualidad de este país! ¿Y sus formas?: esas carcajadas en el propio Parlamento, fingidas, impostadas. ¿No parecen más bien actitudes de un desequilibrado?
La actividad tan frenética que tiene que desarrollar el presidente de gobierno, de la cuarta potencia de la Unión Europea, es indecible, y en ese sentido, no puede andarse con chiquitas.
Yo le presumo un cociente intelectual de primera categoría y, en consonancia con ello, una vasta cultura. Estoy seguro de que, si se lo propusiera, podría pronunciar una conferencia sobre un tratado de cualesquiera de las ramas de la ciencia o la filosofía. Pero ya se sabe: es antes la obligación que la devoción. Y su obligación es dedicar toda su potencia intelectual a asuntos prácticos; a la mejora del status social, moral y económico de los ciudadanos españoles. Y no a andar ocupado en batallas culturales e intelectuales.
¿Sabe usted que sus razonamientos me están convenciendo? Vamos, ni el mejor de los psicólogos, historiadores o politólogos podrían dar más y convincentes argumentos que los suyos. Le ruego que, aún a fuerza de ser pesado, siga con el relato, porque es interesantísimo. Sobre todo, por su objetividad.
Para no hacerme demasiado pesado, voy a desmentir dos objeciones de las que se le hacen a Sánchez por parte de la oposición de derechas.
Le acusan de tener, además, de a su mujer y a su hermano, a su mano derecha de partido y de gobierno y a “su” Fiscal General del Estado, investigados por presuntos delitos de corrupción. ¿Sabe a qué obedece todo eso?: al contubernio del poder judicial con el Partido Popular. ¡Ah, sí! Entonces, ¿a qué obedece el hecho de que este mismo poder judicial, haya condenado a prisión, a miembros de la familia real y a ministros, presidente de comunidad autónoma y otros cargos del P.P? Muy claro: han sido condenados porque, en la derecha, son todos capaces de delinquir. Y esta es la coartada, para así tener argumentos para poder condenar, injustamente, a Pedro Sánchez y su ámbito.
Esta que le voy a referir ahora, sí que es buena. Ni usted mismo, podrá negarla. Usted, como yo mismo, y todos los demás españoles lo hemos visto, hasta la saciedad en todos los medios, afines y no afines. A ver si le suenan estas expresiones: “Si pactara con Pablo Iglesias, no podría dormir por las noches”. O esta otra: “cómo quiere que se lo repita, una o veinte veces: no pactaré, jamás, con bildu y los independentistas. O estas otras perlas: “la amnistía no cabe en la constitución, ni un referéndum para la independencia”…
¿Ha mentido al pueblo y, además, de una manera gravísima y flagrante? Sí, lo ha hecho ¿Y sabe por qué? Porque si no le miente no le votan. Y entonces, ¿qué?: la derecha extramuros nos estaría gobernando. ¿Se da usted cuenta ahora?: una mentira piadosa. Oiga, pero está tratando a su electorado de tonto. Bueno, su electorado es muy inteligente, pero usted comprenderá que nunca podrá llegar al grado de coeficiente intelectual de su líder.
Es decir, que Sánchez, aun mintiendo, mea agua bendita.
Finalmente, y, este sí que es un argumento en su contra, imposible de desmentir, porque las críticas severísimas, ahora, no vienen, como en los casos anteriores, de los del otro lado del muro, sino que provienen de miembros de su propio partido.Generalmente, los ex-dirigentes más importantes de la reciente historia del PSOE: Felipe González, Alfonso Guerra, Paco Vázquez, Joaquín Leguina, Nicolas Redondo, Jose Luis Corcuera, y un largo etcétera.
Para que usted vea. Este que, efectivamente, podría ser el caso más difícil de justificar, ya que, como muy bien dice, las críticas no vienen del adversario, sino de miembros de su propio partido, en principio, podría parecer que tienen más difícil justificación. Y, sin embargo, para cualquier persona inteligente, y usted lo es, es el más elemental. ¿Ha oído usted ese dicho popular que dice: “no hay peor cuña que la de la misma madera”? Envidia. Pura envidia. Y fíjese cómo los propios suyos lo tratan. Y es que, en el fondo, saben que lo está haciendo mejor que ellos. Porque si ellos, junto con las demás fuerzas sociales y políticas, fueron capaces de crear el régimen del 78, el “eminente” político, señor Rodríguez Zapatero y él mismo, los dos solitos se lo están cargando.
Y con todo el mundo en contra: el poder judicial; la oposición, a la que tildan de fascista; el mundo empresarial y los dirigentes más sobresalientes de su propio partido. ¿Se da cuenta del trabajo sobrehumano que está llevando a cabo este hombre?
Entonces, el señor Sánchez no es solamente bueno, es un santo. Es más, un mártir.
Yo le propondría a usted mismo, que, ante quien corresponda, defienda la idea de que tan ejemplar hombre no pase a la historia como un presidente cualquiera, con un aumento, de uno más, en la galería de los retratos de los ex-presidentes. Porque merece mucho más: la subida de una imagen suya a los Altares.
Tengo que reconocer que, definitivamente, sus argumentos me han dejado obnubilado. De tal manera y con tal fuerza, han removido mis sentimientos y emociones, que tengo la impresión de que si ahora mismo, yo, a lo lejos, viera venir a Pedro Sánchez por la calle, sentiría un deseo irreprimible de echar a correr hacia él y al llegar a su altura, caer a sus pies, rodilla en tierra, y rezarle una plegaria.
Artículo muy interesante y muy bien entendido, para Todas las Ideologias. Pero que tengan el Sentido Común, centrado en la verdad.