El guarro espectáculo de los catalanes y de la España podrida en Sevilla
Sevilla se convirtió el pasado sábado en una imagen aterradora de lo que es en realidad la nueva España que nos han construido los falsos demócratas y los corruptos que gobierna esta pobre nación, ya en ruinas.
La afición catalana desplazada a Sevilla para la final de la Copa del Rey derrochó arrogancia y salvajismo puerco. Llenaron las calles y plazas de basura, se mearon en los edificios más valiosos y en el estadio pitaron al Rey y al himno de España. Las autoridades, corrompidas, lo permiten todo con tal de seguir mandando.
La pitada catalana al himno de España en la final de la Copa, fue indigna y delirante. El Rey, acobardado e impasible, como hace siempre que Sánchez destroza nuestra nación. Él y Moreno Bonilla, por decencia y dignidad, tenían que haberse marchado del Estadio, el partido suspendido y el Barsa castigado.
España no merece a las hordas sucias que lucieron su bajeza en Sevilla, ni a esos representantes políticos e institucionales incapaces de exhibir dignidad, amor a la patria y principios.
Los españoles nos estamos acostumbrando a soportar demasiada basura y eso nos convierte en degenerados y se paga con la muerte de la nación: un Rey que no defiende a España cuando es ofendida y destrozada, un presidente del gobierno atiborrado de corrupción y bajeza y con su propia familia y entorno cercano al borde de la cárcel, un gobierno que parece una banda de enemigos de España, un partido socialista que arropa y vota a la peor calaña política de Europa, unas fuerzas armadas y de seguridad sometidas a la ignominia, unas instituciones claves ocupadas por el poder político, utilizadas para ganar votos, castradas e incapaces de cumplir sus funciones democráticas, una Justicia dividida y asaltada por el poder ejecutivo, unos altos tribunales y una Fiscalía General al servicio del poder corrompido, unos aliados del gobierno culpables de traición, golpistas y llenos de odio a España, protección política para delincuentes, impuestos abusivos y confiscatorios, más de 90 veces subidos por el sanchismo, leyes inicuas para propagar el mal, una corrupción galopante que lo emputece todo, la mentira dominando el panorama, unos medios de comunicación traidores al pueblo y a la verdad, comprados con dinero público, invasión de ilegales sin control, muchos de ellos asesinos, ladrones y pandilleros violentos, destrozo de las tradiciones y valores, endeudamiento suicida, uso mafioso y sucio de los dineros y bienes públicos y un país en decadencia alarmante, sin cobertura ética y gobernado desde la hipocresía, la injusticia y el abuso.
Nadie puede negar que España es lo peor que existe hoy en Europa como nación y que contemplarla causa arcadas.
El comportamiento de los catalanes en Sevilla es sólo el reflejo lógico de esa España cobarde y degradada, capaz de soportar la ignominia a diario, con una sociedad que cada día se deteriora más, y representada por autoridades sin una gota de grandeza, que retozan en las cloacas.
Bastaba darse una vuelta por Sevilla el pasado sábado, día de la final de la Copa del Rey, para descubrir que la España actual está podrida, llena de guarros maleducados y salvajes, una España que no se parece nada a aquella de hace medio siglo, donde se cuidaban los valores, existía respeto, se dormía con las puertas abiertas, sin miedo a los delincuentes, no había odio, ni chorizos, ni canallas sueltos, ni en la sociedad, ni en las institucionales del Estado.
La España podrida actual estuvo visitando Sevilla el sábado y es aterradora. Por la noche, la chusma catalanista pitó el himno nacional, mientras la televisión ocultaba esa ofensa, que los españoles merecen conocer. Las autoridades presentes en el Estadio, en lugar de mostrar la dignidad requerida marchándose y expresando así su rechazo, siguieron sonriendo y disfrutando, que es lo que mejor saben hacer.
¡Pobre España podrida!
Yo como catalán que hablo catalán con cierta frecuencia, que vivo en Barcelona y que tengo estudios…afirmó categóricamente que QUIEN INSULTE A ESPAÑA, QUIEN MENOSPRECIE EL HIMNO Y LA BANDERA DE ESPAÑA SÓLO CABE UN CASTIGO EJEMPLAR QUE ES LA PENA DE MUERTE.
Es la Ju deomas sonada que manda y nos puesto estos políticos la que está destruyendo España y el resto del planeta. NO A LA NUEVA DICTADURA MUNDIAL
Nota del admministrador: ¿Hay algo de lo que nos debamos sentir nosotros responsables y no los judíos? Qué fácil debe ser vivir sin apenas sentido de la responsabilidad, porque la culpa siempre es de otros. Si 8 millones de personas tienen la capacidad de regir el destino de 8 mil millones, entonces esos 8 mil millones de personas merecemos vivir esclavizados y en la más absoluta de las ignominias.
Viendo estas imágenes, me acuerdo de lo que dijo una vez don Luis de Galinsoga
Es lo que tenemos.
Es hora, ya, de mostrar respeto, a la Nación y a nosotros mismos, sin esperar que nuestras Autoridades y representantes, lo hagan. Allá ellos, con su conciencia y dignidad