Informe Orwell.- En una decisión controvertida la justicia austriaca ha ordenado a la Seguridad Social del país cubrir parte de los costes de una sesión de depilación láser facial para una mujer transexual, bajo el argumento de que afeitarse a diario le provocaría “microtraumas psicológicos” al recordarle su sexo biológico. La resolución, emitida por el Juzgado de lo Social de Viena en mayo del año pasado, ha sido destacada hoy por medios locales como un caso que pone en jaque el sentido común y los límites de la sanidad pública.

El fallo obliga al Seguro de Salud austriaco a reembolsar 47,17 euros de los 130 euros que la demandante pagó por una sesión de depilación láser, destinada a eliminar el vello de su barba. Según la sentencia, el afeitado cotidiano supondría una carga emocional insoportable para la mujer, diagnosticada con disforia de género, ya que le enfrentaría constantemente a una realidad física que rechaza. “La demandante no debería verse obligada a recordarse a sí misma que nació en el sexo equivocado”, reza el dictamen, en una interpretación que ha generado tanto asombro como críticas.

La mujer, que inició un tratamiento hormonal en 2023 como parte de su transición, había solicitado el reembolso al considerar la depilación láser un tratamiento médico necesario. Sin embargo, la Seguridad Social lo rechazó inicialmente, clasificándolo como una “intervención estética” no cubierta por el sistema público, ni siquiera para mujeres biológicas. “Subvencionar este procedimiento solo para personas trans violaría el principio de igualdad constitucional”, alegó el organismo, en un intento por defender su postura.

El tribunal, sin embargo, desestimó este argumento y dio un paso más allá: afirmó que métodos alternativos como la cera o las cremas depilatorias serían igualmente traumáticos. En un razonamiento difícil de digerir, la sentencia apunta que “esperar a que el vello crezca lo suficiente para la cera obligaría a la demandante a recluirse en casa durante días”, algo que, según los jueces, agrava su disforia. Así, la depilación láser fue declarada “médicamente necesaria” para garantizar su bienestar psicológico.

El caso no termina ahí. Aunque la demandante pidió que se cubrieran 19 sesiones adicionales, el juzgado rechazó esta solicitud por cuestiones administrativas, instándola a presentar nuevas reclamaciones. Mientras tanto, el dictamen subraya que las molestias de las personas con disforia de género no son comparables a las que cualquier mujer podría sentir por el vello no deseado, una distinción que ha levantado más de una ceja.

La resolución ha desatado un debate en Austria sobre los límites de la sanidad pública y la interpretación de la “necesidad médica”.