Los políticos españoles nos ocultan la verdad sobre el 11-M
España está políticamente podrida. Es uno de los países del mundo donde los ciudadanos rechazan a sus políticos con más intensidad y rabia.
Entre los muchos pecados y barbaridades que han provocado ese divorcio destacan el recurso a la mentira y a la ocultación de la verdad en muchos asuntos y acontecimientos, sobre todo en uno especialmente grave, ocurrido el 11 de marzo de hace 21 años, cuando alguien que no conocemos ordenó sembrar de bombas unos trenes de Madrid, causando casi 200 muertos y una conmoción nacional que dió la victoria al PSOE, cuando las encuestas aseguraban que ganaría el PP por amplio margen.
Zapatero, uno de los peores tipos de la Historia de España, llegó al poder entonces, pisando cuerpos destrozados y mucha sangre inocente.
Aquel crimen sigue oculto y destilando un ácido que corroe la vida política e impide el verdadero avance de España.
El PSOE y el PP saben la verdad del 11 M, pero por las razones que sean, se niegan a revelarla. Lo que está claro es que la verdad oficial es pura mentira y que aquellos moritos que dicen que se inmolaron, acorralados y bajo el peso de la culpa, eran simples víctimas engañadas en una pantomima indecente.
Hasta que no nos digan la verdad que ocultan sobre el 11 M, el PSOE y el PP merecen el desprecio y la repulsa de los españoles y ni un solo voto par ellos en las urnas.
Es indignante y humillante que sigamos sin saber la verdad sobre el atentado del 11 De Marzo.
Tanto el PSOE como el PP nos lo ocultan.
Aunque oficialmente se diga que todo lo ocurrido quedó perfectamente aclarado con la sentencia y con los autores condenados, existe un general convencimiento de que eso no es así, de que aún no se conoce la realidad de lo ocurrido y, lo que es peor, de que existe una gran conspiración entre los grandes partidos y las élites para que la verdad, que debe ser terrible, nunca se conozca.
No merecen ni olvido ni perdón quienes conspiraron para provocar un cambio de régimen en España, alterando el resultado normal de unas elecciones, matando a 192 personas al volar los trenes de Atocha.
Todos los criminales seréis juzgados, tarde o temprano.
Nada menos que 21 años sin justicia para las víctimas y 21 años con nuestros malditos y degenerados políticos engañando a su pueblo y a la Historia.
La lista de irregularidades, sospechas y fallos cometidos es enorme: desguace apresurado de los trenes dinamitados, impidiendo así un análisis minucioso de los indicios y pruebas; investigación superficial y apresurada; abandono prematuro de pesquisas importantes, una vez conocido el resultado de las elecciones, que ganó por sorpresa el PSOE, con el nefasto Zapatero al frente; los precintados últimos restos de un foco de explosión del 11-M, que teóricamente estaban custodiados y puestos a disposición del juzgado 6 de la Audiencia Nacional, fueron sustraídos inexplicablemente; y continuas versiones manipuladas en los medios, claramente destinadas a crear confusión y caos que impidieran el descubrimiento de la verdad, entre otras muchas cosas extrañas.
Es como si una poderosa mano y una mente pervertida hubieran unido su esfuerzo para impedir que la verdad fuera conocida.
Circularon versiones de todo tipo, todas sin pruebas ni soportes lógicos: que si fueron los servicios secretos de Marruecos, que si fueron los franceses, que si fue ETA, que si se trató de un atentado islamista, que si fué el partido ganador de las elecciones, etc., etc..
Lo que es evidente es que lo que rodea a los atentados de Atocha corrobora la ausencia de democracia, la baja calidad ética de la política española y la bajeza corrupta de los que controlan el poder.
Todos callan sobre ganó suma de los votos de las actas provinciales en los escrutinios generales cinco días después de las elecciones junto esto es suficiente como para saber que todos forman parte de la misma compañía de teatro engañabobos que nos tienen engatusados el videojuego-trampa de la democracia representativa. Todos nuestros políticos parlamentarios a la hora de la verdad están de acuerdo en la abominable agenda globalista. Los globalistas y fueron incluso los que crearon y financiaron a podemos y a vox porque les hacían falta esas cartas en su nueva baraja teatral. No somos tontos …