Otro “caso aislado”. Un joven de 14 años ha muerto y otras cuatro personas han resultado heridas tras ser apuñaladas, una de ellas en el corazón, en una localidad austriaca a manos de un ciudadano sirio con permiso de residencia. El sospechoso, de 23 años, ha sido detenido.

El ataque se produjo este sábado en el centro de la ciudad austriaca de Villach, a unos 350 kilómetros al sur de Viena. Así lo informó la agencia de noticias APA, citando fuentes policiales. «Parecía una película de terror. Todo sucedió en un instante», explica un transeúnte.

A la detención del sospechoso contribuyó un repartidor que le atropelló con su coche, logrando así detenerlo antes de que pudiera atacar a más personas.

Las imágenes difundidas en internet muestran al atacante «con una sonrisa», sentado en un banco, sin zapatos, con el dedo índice de la mano derecha levantado hacia el cielo (es el gesto de saludo a Alá que a menudo toman prestado los yihadistas), mientras un Policía avanza hacia él, arma en mano. Posteriormente, le ponen las esposas. «El ambiente es inquietante. La plaza principal está vacía», explican algunos testigos.

Las autoridades de Villach son cautelosas y no hablan abiertamente de terrorismo, aunque varios medios locales afirman que el sospechoso gritó «Allah Akbar» antes de actuar. Por lo pronto, la Policía investiga los antecedentes personales del atacante. «Tenemos que esperar hasta que tengamos información segura», aseguró Rainer Dionisio, portavoz de la Policía.

La Policía también trata de averiguar si el atacante actuó solo o si tuvo algún cómplice, y también si tenía alguna relación con sus víctimas.

Este incidente se produce tan solo dos días después de un atropello masivo en la ciudad alemana de Múnich, donde dos personas han muerto y otras 37 resultaron heridas. El atacante fue un solicitante de asilo afgano con motivaciones islamistas.