Varapalo para Echenique: la Audiencia de Madrid confirma que hay indicios “suficientes” de un delito de odio en su tuit contra los sacerdotes católicos
La Audiencia Provincial de Madrid confirma que el tuit publicado por Pablo Echenique contra los sacerdotes católicos presenta indicios “suficientes” para que se le investigue por un delito de odio, según informa La Razón.
Para la Sección Séptima es un elemento indiciario de que pudo haber incurrido en un delito de odio el mensaje en que defendió que “es más probable que un sacerdote cometa un delito de agresión sexual contra menores de edad que delinca una persona migrante” y “que es más eficaz deportar a sacerdotes” que endurecer la “política migratoria”.
El procedimiento judicial contra el militante de Podemos se inició después de que el pasado mes de mayo la fundación Abogados Cristianos le llevase a los tribunales por estas publicaciones.
La Audiencia madrileña sostiene que verter en una red social como Twitter la expresión -que el propio Echenique reconoció haber escrito en su declaración ante el juez instructor- cumple indiciariamente con la exigencia de que se pueda identificar en ella “su potencial capacidad de generar consecuencias perturbadoras sobre el proyecto de vida en libertad y seguridad del grupo al que se dirigen las expresiones o los contenidos que se reputan odiosos”.
En el fallo, que ha tenido como ponente al magistrado David Suárez Leoz, se deja claro que la investigación que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 38 de Madrid contra Echenique es necesaria ya que las palabras que profirió “objetivamente, pueden ser contextualmente incitadoras al odio de un colectivo religioso minoritario”, como señala que son los curas, para los que promovió el exdiputado morado con este mensaje que se les impongan “medidas que serían legalmente inaplicables, como es su deportación.
Este tribunal respalda también que, “como muy bien motiva el instructor”, se trata de una afirmación “incierta y ofensiva que atribuye una actuación delictiva a un grupo minoritario”, los sacerdotes de la Iglesia católica, con una “imputación gratuita, mendaz y ofensiva” que “parece poder” coincidir con el delito de odio que se le imputa.
La razón, como se señala en el auto, es que resulta evidente que su tuit “genera un riesgo de que, por la influencia de ese mensaje gratuito, se pongan en peligro valores esenciales del ser humano como son la vida o la integridad”.
La Justicia ha dado así carpetazo a los recursos que presentó el exdiputado y uno con el que se adhirió la Fiscalía contra su imputación y con los que pedían el archivo de la causa ya ratifica que hay “base” para seguir investigándolo por un supuesto acto de odio religioso.
Esta instancia superior provincial avala así que se iniciase y se siga adelante con la investigación judicial contra el que fuera portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados.
“Estadísticamente, es más probable que un sacerdote cometa un delito de agresión sexual contra menores de edad que delinca una persona migrante. Desde el punto de vista de la seguridad ciudadana, sería más eficaz deportar sacerdotes que endurecer la política migratoria”, es, exactamente, el polémico tuit por el que se le investiga.
Lo que hubiese disfrutado en el conflicto pasado a razón de sus palabras. Son buen ejemplo para quienes dudan de lo que pasaba en la retaguardia.