El fiscal especial a cargo de la investigación por el manejo de documentos clasificados encontrados en la residencia de Joe Biden en Wilmington (Delaware) en 2022, ha decidido no presentar cargos penales contra el presidente estadounidense. El titular es una buena noticia para el líder norteamericano, pero el contenido del informe supone un duro revés para el demócrata.

El fiscal a cargo del caso, Robert K. Hur, ha revelado que durante el interrogatorio Biden no recordaba cuándo terminó su mandato como vicepresidente de EE.UU o cuándo habría muerto su hijo Beau. “La memoria del señor Biden también parecía tener limitaciones significativas”, reza el documento de 388 páginas. Más carnaza para los republicanos que llevan meses atacando al octogenario y sus deslices mentales, cada vez más habituales.

La situación podría ponerse aún más fea, porque, según la Fiscalía no le acusa, pero ojo a lo que concluye. El presidente norteamericano habría compartido contenido clasificado de las carpetas tomadas con un escritor fantasma que en el 2017 le ayudó a escribir “Promise me, Dad” (en español, “Prométemelo, papá”), un libro que cuenta sus memorias. Se trata de un contenido que estaría relacionado con Afganistán y que estaba en cuadernos con anotaciones manuscritas “que implicaban fuentes y métodos de inteligencia sensibles”.

Entonces, si hizo mal uso de la documentación, ¿por qué no hay delito penal? El fiscal no es explícito en su decisión, pero su redactado ha levantado sospechas de hasta qué punto no levanta cargos criminales contra el mandatario por su deterioro mental. Hur asegura que seguramente si se presenta a Biden ante un jurado “como lo hizo en nuestra entrevista con él, como un anciano comprensivo, bien intencionado y con maña memoria”, será difícil convencer a los miembros de que el mandatario es culpable de un “delito grave que requiere un estado mental de obstinación”.

Hur da así más nuevos argumentos políticos al republicano Donald Trump para desacreditar al Departamento de Justicia que lo investiga por un caso similar pendiente de juicio porque resultó en cargos penales el pasado verano. La Casa Blanca no ha tardado en reaccionar y aseguran que no están de acuerdo “con una serie de comentarios inexactos e inapropiados del fiscal especial. No obstante, la decisión más importante que tomó el fiscal – que no hay motivos para cargos penales – se basa firmemente en los hechos y las pruebas”, aseguró el abogado especial de Biden, Richard Sauber, en un comunicado.