Pellets en la playa de La Pineda – Surfrider Foundation

«Hay días en que parece que haya nevado en la playa». Es lo que ha explicado Marta Sugrañes, voluntaria de Good Karma Projects, una entidad que lleva denunciando desde 2017 la situación en la que se encuentra la playa de La Pineda, en Vila-Seca (Tarragona). Es la playa más contaminada por pellets de España, como reconoce el propio Ministerio de Transición Ecológica. Hace un par de años, por ejemplo, medio centenar de voluntarios recogieron en solo dos horas 800.000 pellets de plástico, o lo que es lo mismo, casi 16 quilos.

El problema de esta playa es su cercanía con el polígono petroquímico de Tarragona, donde hay un importante número de industrias dedicadas a la fabricación y transformación de plásticos. Y como nos dice Sugrañes, en el caso de Tarragona, se trata de una pérdida de pellets «constante, continua y diaria». Y no de ahora, ni desde el 2017. De hecho, ha explicado que estos microplásticos se han detectado desde hace al menos 50 años. Hay gente, asegura, que «nos explica que entonces ya jugaban con estas bolitas de plástico».

La playa de La Pineda y la de Vila-seca son las que sufren especialmente este problema, las fugas de pellets, pero se han detectado en todas las playas de Tarragona. Hay ocasiones en que la situación es muy evidente, sobre todo cuando hay temporales, llueve y sopla el viento del este, se arrastra más cantidad de estas bolas de plástico que acaban en el arenal.

El problema, asegura Marta Sugrañes, es que normalmente el viento sopla de tierra al mar, y eso empuja a los pellets hacia el Mediterráneo, mar adentro. De hecho, ha explicado que en el norte de Menorca se han detectado estas bolitas de plástico «y allí no tienen industrias petroquímicas. Casi seguro que vienen de aquí». «Lo que vemos en la Pineda es solo la punta del iceberg», concluye.

En cualquier caso, a esta voluntaria sí le sorprende el interés que ha despertado ahora la situación en la que se encuentra la playa de La Pineda tras años dando la voz de alerta y sin conseguir ese eco mediático. Evidentemente, el punto de inflexión es el vertido de estos microplásticos en las playas de Galicia. La gran diferencia, asegura Sugrañes, es que en el caso de Galicia ha tenido más impacto porque «se ha politizado el tema», ha «interesado» y se ha «mediatizado». Eso sí, «bienvenido sea», asegura, si sirve para que se dé un «empujón» para regulación de los pellets.

La necesidad de una regulación

De hecho, cree que se están dando algunos pasos en esta línea. Así, por ejemplo, en marzo se votará en el Parlamento Europeo una regulación para intentar reducir la contaminación por este tipo de microplásticos, entre ellos los pellets, pero no incluye el transporte marítimo, con lo que casos como el de Galicia, dice, no se podrían castigar con la futura normativa.

Y también destaca que, aunque tarde, la Generalitat se está implicando más. La consejería de Acción Climática está investigando a 13 empresas por contaminación con pellets en la provincia de Tarragona por incumplir la ley de responsabilidad ambiental.

Se da la circunstancia de que esta misma semana la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha añadido a cinco empresas al expediente sancionador que estaba abierto inicialmente para ocho.

Las primeras ocho empresas, denunciadas por otra ONG, Surfrider Foundation, han presentado, dicen desde la consejería, «las correspondientes alegaciones en el trámite de audiencia otorgado». Ahora, Acción Climática empezará a evaluar las alegaciones en paralelo a la actual ampliación y tiene previsto «pedir colaboración a las administraciones locales».