La doble moral de la izquierda: Cuando Yolanda Díaz lamentó “no haber cortado la cabeza a un rey”
Unánime y podríamos decir que, casi sin fisuras, la clase política española ha condenado las polémicas palabras de Santiago Abascal en su reciente viaje a Argentina. Controvertidas porque en ellas aseguraba que “el pueblo querrá colgar de los pies a Pedro Sánchez”, lo que ha provocado una oleada de indignación en torno a la izquierda, que acusa al líder de Vox de “incitar al odio”. Pero dicen que la hemeroteca no perdona y nadie está a salvo de su pasado… y tienen razón.
A raíz de estas polémica frase, el mismísimo Pedro Sánchez aseguró ayer durante la presentación de su segundo libro “Tierra Firme”, que se habían traspasado “todas las líneas rojas” y aseveró: “¡De buena nos hemos salvado de no tener un gobierno de Feijóo con Abascal!”. Es más, desde las filas del PSOE son muchas las voces que han exigido al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que rompa cualquier tipo de relación con Vox. Y es en este punto donde hay que pararse y tirar de la citada hemeroteca, ya que Sánchez gobierna en coalición con Yolanda Díaz, la misma que hace diez años y en un debate televisado lamentó que no se hubiera “cortado la cabeza o guillotinado a un rey”.
En concreto, Díaz aseguró en una réplica: “Fin del bipartidismo. Fin del régimen pactado en la Transición española. Una nueva andadura: proceso constituyente, tercera República. Y pena que, efectivamente, nuestro rey o nuestra historia, no haya tenido la suerte histórica y profunda, civil, también de haber cortado la cabeza o guillotinado a un rey. Seguramente, si los hechos hubieran sido así, nuestra historia sería diferente”. Sobra decir que la actual vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo no se retractó jamás de estas palabras.
Pero no es el único caso, no, ni mucho menos. Polémicas también fueron las palabras de la que fuera ministra de Fomento, la socialista Magdalena Álvarez, quien se refirió a la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre en estos términos: “En el único sitio de la estación de la Terminal 4 en el que podía haber estado, porque es de la Comunidad de Madrid, es o tumbada en la vía o colgada en la catenaria”. Una frase que se produjo en el Congreso de los Diputados ante una interpelación del PP por la “no invitación” de la entonces presidenta madrileña a la inauguración de la estación de Metro.