El Tribunal de Cuentas ha alertado de “deficiencias” en la gestión de las medidas de fomento e incentivos estatales a la cinematografía y al sector audiovisual de los ejercicios 2020 y 2021 y pide evitar “aspectos confusos” en la normativa de estas subvenciones porque “dan lugar a cierta litigiosidad”.

El Pleno del Tribunal de Cuentas ha aprobado este jueves el informe de fiscalización de estas medidas. En el documento, se recomienda al ICAA –organismo encargado de gestionar las ayudas– hacer “las modificaciones oportunas” en la normativa.

“Así se evitarán aquellos aspectos confusos y sujetos a diferentes interpretaciones que, además de suponer un coste para los interesados, dan lugar a cierta litigiosidad”, ha señalado. Además, advierte de que la gestión por el ICAA de las medidas de fomento presenta “deficiencias”, ya que no se ha realizado el control de la aplicación de incentivos fiscales al sector.

Entre las “debilidades” detectadas por este organismo en la “gestión, justificación y comprobación” de las ayudas –así como en la reclamación de reintegros e interposición de sanciones– se recoge por ejemplo que la aplicación informática para el seguimiento de las subvenciones “no admite la tramitación de todas las ayudas”.

También señala que en las ayudas estatales para la producción de largometrajes y de cortometrajes hay “una ausencia de comprobaciones” del mantenimiento de la titularidad de los derechos de la película por el beneficiario. Asimismo, ha detectado la falta de documentación en algunas ayudas concedidas a festivales, así como un “elevado plazo” de resolución de los recursos administrativos –con una duración media de 397 días–.

“Esto lleva a que los recurrentes interpongan recursos contencioso-administrativos, al entender desestimadas sus pretensiones por silencio administrativo, aumentando la litigiosidad en vía judicial y, por tanto, los recursos públicos que han de dedicarse a ello y los costes para los particulares”, lamenta el Tribunal de Cuentas.

ESTUDIOS CON LA OPINIÓN DE ESPECTADORES

El Tribunal de Cuentas ha hecho una serie de recomendaciones al ICAA y Cultura, pidiendo que busquen “los oportunos instrumentos de colaboración” con el Ministerio de Hacienda para “hacer efectivo el control de la intensidad máxima de las ayudas”.

También apunta a la necesidad de estudios previos periódicos sobre los efectos de los beneficios en el sector del cine y del audiovisual, reiterando la importancia de recabar la opinión de los espectadores, “que son los destinatarios últimos de la actividad cinematográfica”.

MENOS SALAS Y PRESENCIA EN FESTIVALES INTERNACIONALES

Asimismo, el informe recoge una serie de datos del sector, explicando por ejemplo que entre los años 2019 y 2021, el ICAA otorgó ayudas a un porcentaje de largometrajes que no alcanzó el 34% del
total. También destaca que, “pese al efecto positivo” que las ayudas a la exhibición del ICAA tienen para las salas de cine, el número de estas presenta una evolución negativa en los últimos 20 años (de 1.298 en el año 2000 a 710 en 2021).

Además, por lo que refiere a la presencia de obras nacionales en festivales internacionales, señala “el importante descenso” producido desde 2011 respecto al periodo 2000-2010 y que solo en los ejercicios fiscalizados presenta “una cierta recuperación” (76 obras en 2021).

“Si se toma como uno de los indicadores de la efectividad de las medidas anteriores el número de premios a la cinematografía española obtenidos en el extranjero, se aprecia que, tras acumular en el periodo 2011-2017 los mejores resultados (llegando hasta 503 en 2012), desde 2018 este valor se sitúa en un término medio de 258”, lamenta el Tribunal de Cuentas.

Por último, este organismo constata que el número de espectadores ha sufrido “una caída constante” desde el año 2015, agravada por el COVID-19, pasando de 18,6 millones de público en ese año 2015 a 6,7 millones en 2021.